San Ginés, “bailando con lobos”

Por Antonio Coll
No es mi intención de reconstruir la historia del Cabildo de Lanzarote, en los últimos nueve años de presidencia del nacionalista Pedro San Ginés. Pero si veo necesario e indispensable, realizar algunas matizaciones, después de contemplar la actitud de la Oposición en el “Debate sobre el Estado de la Isla”. Decir que Pedro San Ginés se alzó con la presidencia del Cabildo, a través de una moción de censura, presentada por CC-PP-PNL, contra el grupo de gobierno, conformado por PSOE-PIL, en el 2009, último año de legislatura. La moción de censura, en dicha época, fue calificada como “agua bendita” porque socialistas y pilistas de entonces, habían llevado una gestión desastrosa, en todos los ámbitos, sobre todo en empresas públicas estratégicas, como Inalsa, Centros Turísticos y Complejo Medio Ambiental de Zonzamas. Cabe recordar que dirigentes socialistas están investigados por procesos judiciales y el mismo Senado, por irregularidades en los CACT. Y otros, por Inalsa. También recordar que la deuda global ascendía a más de 50 millones de euros y con el horizonte muy turbulento para las arcas de la primera corporación de la Isla, si no se gestaba una nueva realidad, en los destinos del gobierno insular. Recapitulando, percibo como una temeridad, que el propio PSOE, responsable directo de la presunta quiebra a la que estaba destinado el Cabildo, tache la gestión de San Ginés, de “incapacitado para gobernar Lanzarote”. “Nueve años, ni uno más”. Es cierto que el PSOE y resto de la Oposición, llevan muchos años intentando desbancar al presidente, con argumentos pocos consistentes y con muchas “escenas teatrales”. Es conocido que esta “orquesta” opositora política contaba y cuenta con determinados grupos de presión privados que desde que está San Ginés, perdieron privilegios y un statu quo extraordinario. Algunos califican a esos minúsculos grupos o entes de “Mafia Verde”.
En estos últimos nueve años, San Ginés, gracias a su gestión, redujo la deuda en más del 80% y las empresas públicas iniciaron una positiva andadura, que hoy disfrutamos. En una mirada crítica, San Ginés, posiblemente, ha cometido algunos errores de forma y fondo, en su larga trayectoria de presidencia, pero lo que importa ha sido el cambio de rumbo y la implantación de políticas planificadoras con pragmática gestión pública. La realidad no se puede manipular y los retos conseguidos es bien conocido. Por eso, me extraña que un partido histórico como el PSOE no admita los cambios que se han dado. Ya es conocido sus problemas internos, hasta el punto que un grupo de militantes se han visto obligados a conformar un nuevo partido llamado “Agrupación Socialista por Lanzarote”, indignados por las decisiones que vienen tomando la cúpula socialista. Esta circunstancia influirá, naturalmente, en las próximas elecciones de Mayo/19. Yo le recomendaría, modestamente, al PSOE un mínimo de cautela y rigor al ejercer como primer grupo de la Oposición, en el Cabildo. Todavía quedan seis meses para los comicios y no puede estar, continuamente, en pre-campaña electoral, olvidándose de plantear soluciones a problemas prioritarios que la sociedad lanzaroteña demanda.
Hoy el grupo de gobierno del Cabildo, cuenta con estabilidad para gobernar, gracias a la incorporación del Partido Popular (PP) y el respaldo de Manuel Cabrera y Dr. Sosa, ambos del grupo mixto.
Esta isla necesita normalizarse en el ámbito político y avanzar en proyectos y planeamientos aún sin aprobarse. Esta circunstancia y otras, está provocando fractura social, impide nuevos puestos de trabajo y, lo más peligroso, es que percibimos que la pobreza se está cronificando. El motivo es que la demora de aprobar los planeamientos necesarios, impide inversión pública y privada. Esta es la realidad. El Cabildo de Lanzarote que, al margen de los nueve años estables de presidencia de San Ginés, en los anteriores 20 años tuvo 13 presidentes, casi uno por un año y medio transcurrido. Y esto no hay pueblo que lo aguante y “cuerpo” que lo resista La sociedad demanda a las fuerzas políticas: estabilidad y óptima gestión pública. El deterioro de confianza de los lanzaroteños y residentes en sus instituciones insulares y locales, solo crea el oportunismo de determinadas formaciones políticas que enarbolan, permanentemente, la cansina bandera “por el cambio”, “mareas del cambio” y otras simplicidades retóricas, encaminadas a muchos indignados por el malestar creado por los partidos tradicionales. Pero las ilusiones y esperanzas, como se está comprobado, se desvanecen al comprobar que las promesas no se pueden cumplir.
Pedro San Ginés seguirá “bailando con lobos”, al menos hasta Mayo de 2019. Y se sentará en el “banquillo de los acusados” por la cuestión de Montaña Roja. La Oposición está, tremendamente, contenta, pero olvida, intencionadamente, que “sentarse” no significa que esté sentenciado por un caso que, según analistas juristas, tendrá poco recorrido. Pero para la pre-campaña de algunos, en esta isla, servirá para tener puesto, por un periodo de tiempo, el “disco rayado”. Pues que siga el baile…con el mismo vinilo y las mismas interferencias. ¡Política lanzaroteña!