Se potencia el sector agroalimentario y ganadero
Por Antonio Coll
La nueva Ley de Calidad Agroalimentaria y Ganadera del Gobierno de Canarias, que elimina las tasas para la producción ecológica agrícola y ganadera, por fin será una realidad, después de muchos años que el propio sector estaba reivindicando; supondrá, según el consejero autonómico, Narvay Quintero, “establecer una compensación por el esfuerzo que supone la iniciativa de estos productores, que van a tener asegurada la ayuda durante los próximos cinco años”. Asimismo ha anunciado el consejero que se ha aumentado la cantidad disponible hasta los 3,5 millones de euros, con el objetivo de que “ningún productor y que cumpliese con los requisitos exigidos por la Unión Europea quedase fuera de la convocatoria”. Un reclamo que viene a destiempo, pero más vale tarde que nunca, ante la amenaza de constante deslocalización de un sector primario de vital importancia para Lanzarote y resto de Canarias. Tenemos que tener en cuenta que, actualmente, apenas el consumo de productos ecológicos llega al 2%. Esto es un despropósito que ahora se intenta corregir, ya que la cifra es ridícula si la comparamos con otras regiones europeas. No obstante, es un soplo de aire fresco para el sector primario la iniciativa del Gobierno canario, de potenciar el producto local para el consumo interno de los habitantes de las islas y visitantes e incrementar las partidas para el comercio exterior. Otras de las ventajas de la nueva ley es que elimina burocracia, “deporte favorito en el Reino de España”, y solo se necesita una inscripción única, eliminando registros y papeleos múltiples que solo bloquea el desarrollo rural y ganadero. Me gustaría que el sector pesquero también se contemplara en programas de ayudas y facilitara la implantación de conserveras de pescado, como sardinas y atunes. No olviden que Arrecife, ante de la “descolonización” del Sáhara Occidental, fue un puerto puntero pesquero con más de cinco conserveras. Pero el banco pesquero-sahariano, uno de los más importantes del mundo, ya no nos pertenece lo que provocó casi la desaparición de la numerosa flota pesquera. Pero esto es otra historia que ya trataré en otra entrega.
Volviendo a tema que, en este artículo, dedico, aporto datos facilitados por la propia Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca, donde se expone que la isla de Lanzarote, cuenta con una superficie total dedicada a producción ecológica de 325 hectáreas y el número de operadores asciende ya a unos ochenta. En cuanto a los cultivos, los viñedos, las batatas y el aloe vera, se sitúan a la cabeza. De hecho, la superficie dedicada al viñedo ecológico es de 116 hectáreas; a la batata se dedican 30 hectáreas; al aloe vera, una superficie de 15 hectáreas; a las legumbres y los cereales, 10 hectáreas; a las hortalizas en general, 8 hectáreas y otro tanto a las cebollas. En el informe, se hace hincapié de la agricultura ecológica como alternativa, al considerarse ventajosa la preservación de la fertilidad de los suelos, a través de los recursos naturales. Por otra parte, dice el informe que se trata de garantizar: “la rotación de cultivos”. Los monocultivos, explica, que “son responsables de los altos niveles de degradación de las superficies cultivables y favorecen la aparición de plagas y la disminución de los niveles de nutrientes naturales del suelo. La agricultura ecológica se aplica planificando a través de diagramas estrictos y estudiados de rotación de cultivos preservando la calidad del suelo, y los alimentos producidos”.
En definitiva, concluye el informe, que la agricultura ecológica elimina la utilización de productos químicos y fertilizantes artificiales. Se trata de evitar o atenuar la contaminación de los recursos naturales y proteger el medioambiente y la salud de los consumidores. Esta alternativa, mejora la calidad nutritiva de los alimentos, preservando los contenidos de proteínas y vitaminas, con una calidad óptima. No podemos olvidar que hoy ingerimos muchos productos alimentarios que contienen elementos tóxicos que pueden producir enfermedades en los seres humanos y animales. Ya de hecho, el número de consumidores de productos ecológicos y biológicos, se está incrementando considerablemente. Una justificación sana para potenciar y ayudar al sector agroalimentario y ganadero. Bienvenida la nueva Ley y solo a la espera que se consolide y se acerque al marco europeo. Agricultores, ganaderos y productores industriales aplauden la naciente normativa. Es un modelo agroalimentario y ganadero sostenible, cuyos productos locales obtendrán un sello de calidad oficial. Mejorará la economía de mercado y la salud de los consumidores residentes y turistas. Es importante que los productos ecológicos insulares tengan precios asequibles para toda clase de público. Es obvio que el consumo también repercutirá en el Servicio Canario de Salud y Seguridad Social, porque mejorará la salud de los usuarios y reducirá bajas médicas. Por eso se dice, popularmente, que la mejor farmacia se encuentra en el campo y en la mar. Para ello es imprescindible la calidad agroalimentaria. Otra alimentación es posible si se ponen las herramientas necesarias que lo haga posible.