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Tamaño de la insurrección de CC

Francisco J. CHAVANEL

 

 

Día después de la sanción de 1.000 euros de multa a Ana Oramas. Estado de los combatientes.

 

Lo que tenemos son tres outsiders con capacidad para montar un lío de cuidado. Desdeñarlo será un error, pues cuentan con un ejército apreciable y, sobre todo, con un montón de aliados ajenos a CC, que ya influyeron lo suyo en despedir a los nacionalistas del Gobierno después de 28 años de poder. Si la actual mayoría de CC se duerme, como pasó durante las conversaciones para formar Gobierno, si no analizan con autocrítica lo que está pasando, es probable que Mario Cabrera y David de la Hoz se salgan con la suya y le ofrezcan un regalo extraordinario a Nueva Canarias, que es quien está detrás de la confabulación.

 

La estrategia del vicepresidente del Ejecutivo, y consejero de Hacienda, Román Rodríguez, es apostar por la confluencia nacionalista a sabiendas de que es imposible en las condiciones actuales, ya que lo que pide (acabar la legislatura como presidente, y ser el candidato en los próximos comicios) significaría la ruptura de CC y su absorción en NC. El partido de Román sólo tiene vida en la isla de Gran Canaria, y en Gran Canaria se ha producido una resurrección de CC inesperada: ha obtenido tres parlamentarios por cuatro NC. Lo que exigen Román y Carmelo Ramírez, que es el dominio absoluto de la isla, ya no tiene sentido en estos momentos.

 

De modo que lo que hacen es alentar una insurrección interna para así pescar una buena colección de militantes, que les permitiera extenderse a otras islas del Archipiélago.

 

Mario Cabrera es el cabeza de playa. De la Hoz ocupa una posición minoritaria: no ha conseguido fragmentar de forma ostensible a Lanzarote. La impresión es que tanto Sanginés como Oswaldo Betancort están con el candidato Clavijo. Lo mismo que Tenerife, Gran Canaria y La Palma. La Gomera y el Hierro apostarán como costumbre por el vencedor.

 

Todo se centra en Mario Cabrera y en su amenaza subrepticia de desligarse del grupo nacionalista para resucitar Asamblea Majorera y enviarla al monte con otros partidos de izquierda (AM es el último partido de izquierdas que queda en CC). En ese supuesto otros ocuparían su lugar, no descartándose la opción de que retornen otras figuras del nacionalismo majorero como, por ejemplo, Marcial Morales.

 

Sobre el papel parece fácil, ¿verdad?... Pero consideren lo principal: los enemigos externos de CC son poderosos, hay lobbys que no van a olvidar en la vida privilegios millonarios que creían suyos para siempre y que les fueron arrebatados; Clavijo no es partidario ni de la fusión con NC ni tampoco de ceder ante los trust poderosos. Por lo tanto: no debe llegar vivo a mayo. En eso están.

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