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Una época de pesadillas

Por Antonio Coll

 

Después de la crisis financiera estafa, iniciada en el 2009 que supuso un caos económico en múltiples de empresas, autónomos y millones de familias, once años después, cuando,  tibiamente,  se estaba consolidando la recuperación económica, aparece una pandemia provocada por un Coronavirus que ha venido a golpear con más intensidad la anterior crisis.

 

La terrible realidad se ha asentado de nuevo y las consecuencias estremecedoras ya están llegando porque reconstruir un “barco que hace aguas  por todas partes”,  se necesita extraordinarios esfuerzos para impedir que el “barco”  llamado Reino de España, se hunda. Y no digamos nada sobre la barca salvavidas, llamada Canarias. La medidas dictadas por el Gobierno Español, que preside el socialista, Pedro Sánchez, que yo califico de emergencias, es cierto que está atenuando el naufragio total. Los ERTES, las prestaciones extraordinarias a los autónomos y la renta vital, han servido de choque para mantener la “embarcación” a flote, a duras penas.

 

El problema grave  está por venir porque existe una aplastante incertidumbre cara a los venideros meses,  en un  alto porcentaje  de empresas, autónomos y trabajadores.  Se ha implantado una época llena de pesadillas para una buena parte de la población, porque la amenaza del virus se une a la situación económica. El malestar social y las hostilidades en la sociedad se reflejan cada día y en este nuevo escenario, hay que buscar alternativas para paliar el deterioro implantado.

 

De momento, el presidente, Pedro Sánchez, que se encuentra en Lanzarote, ha dicho por activa y pasiva que no subirán los impuestos  y, aunque no lo ha dicho públicamente, se espera una nueva prórroga de los ERTES y ayudas a los autónomos, después del 30 de Septiembre. A la gente le importa poco el endeudamiento público, porque lo que quiere es que el dinero fluya para hacer frente a los gastos diarios y mensuales, sobre todo, en las necesidades básicas y más prioritarias. En este contexto social y económico, es fundamental crear expectativas positivas. De alarmas sanitarias y noticias negativas  ya estamos cansados, porque solo crean pesadillas y preocupaciones en una población,  con drástica reducción de los ingresos o,  lo que es peor, sin dinero para sobrevivir. Esta crisis no es temporal ni estacional, se percibe muy larga en el tiempo. Y Canarias, como región ultraperiférica que vive, fundamentalmente, del sector turismo, está padeciendo un fuerte deterioro del mercado laboral,  poniendo en peligro la cohesión social y la quiebra de empresas y autónomos.

 

 

Mientras,  continuamos viviendo en una época crítica, algunos políticos se entretienen en poner en duda la Monarquía parlamentaria de la que gozamos desde hace más de 40 años. Como si una supuesta república nos fuera a salvar de  la hecatombe que se avecina si no se ofrece  un escudo de liquidez para las empresas y autónomos para ir salvando el empleo. Lo voy a decir con otras palabras más certeras: España y Canarias necesita poner en marcha un verdadero “Plan Marshall”.  A los “politiqueros” con cargo público y sueldo asegurado, solo le pido que dejen sus “aspiraciones republicanas bananeras” para después de salir de la pandemia o se encuentre una vacuna para eliminar el Coronavirus, no la Corona que encarna, con acierto, el Rey y Jefe del Estado, Felipe VI. Por otro lado, quiero destacar positivamente la decisión del presidente español, Pedro Sánchez que haya elegido Lanzarote para su merecido descanso y su defensa a la Monarquía parlamentaria que recoge la Constitución Española del 78. También destaco  su visita al Cabildo de Lanzarote para reunirse con las primeras autoridades canarias e insulares. Un detalle plausible.

 

 

 

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