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Verano 2021. La aventura imposible del coche de alquiler

Fernando Núñez

 

Quizás muchos de ustedes ya lo habrán comprobado por sí mismos. Este verano, conseguir un coche de alquiler en Canarias para recorrer alguna de sus islas, era prácticamente misión imposible. O, en el menos malo de los casos, el precio que había que pagar por una semana de alquiler podía llegar incluso a los 1.200 euros por un coche de gama media.

 

En las agencias de alquiler de coches las llamadas se sucedían una tras otra incesantemente. Después de un buen rato a la espera (de 10 a 30 minutos, o más … si con suerte no se cuelga la llamada antes), ante la pregunta del millón: ¿tienen coches disponibles? una operadora contesta estresada, "estamos registrando un pico de demanda muy alta desde hace semanas y por eso ahora mismo tenemos muy poca disponibilidad de vehículos".

 

Realmente se han encontrado absolutamente desbordados. Algunos si hubiesen tenido el doble de vehículos, también los habrían alquilado todos. Seguramente se juntaron las ganas de salir de casa, con las de cambiar de aires tras más de 14 o 15 meses, en los que se sucedieron incluso espacios de tiempo en los que no se podía salir a la calle bajo ningún concepto; luego salimos un poco, pero con miedo; otros momentos de repunte de Covid 19 después del verano de 2020 y la Navidad del mismo año. La desesperación por salir de vacaciones después de muchos meses con el coronavirus acechando tras la puerta de casa, soplándonos en la nuca, provocó una estampida generalizada en el verano de 2021, que en cierta medida les cogió a los Rent a Car, con el paso cambiado, sin posibilidad de dar abasto con la demanda.

 

En pleno mes de agosto, el precio diario del coche más económico llegó a superar los 250 euros diarios en Canarias. La explicación de estas tarifas, desorbitadas en muchos casos, ha sido tan sencilla como que las empresas que se dedican a este sector, vendieron parte de su flota durante la pandemia para financiarse, por lo que, se encontraron sin stock que cubriera una demanda de vehículos no prevista, disparada. La famosa frase de la oferta y la demanda, donde a mayor demanda, más caro nos resultará contratarlo.

 

Otra explicación a esta demanda descontrolada de coches de alquiler estuvo también en las recomendaciones que los expertos anti Covid 19, nos daban en las habituales comparecencias semanales en los medios de comunicación. Aconsejaban relacionarnos en burbujas familiares y para eso el coche ha sido una pieza esencial, sobre todo para el turismo peninsular y entre islas. Con razón lo entiendo, seguramente si yo me hubiese movido con mi familia, hubiera hecho lo mismo, pero tal y como estaba la situación, opté finalmente por quedarme en la isla más bonita, la isla de los volcanes, Lanzarote.

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