16 años después se hace justicia con el presidente de la U.D Las Palmas
Ahora el Cabildo de Gran Canaria legaliza unas obras en su finca que le costó una condena de tres años de cárcel de la que se libró de milagro
- Lancelot Digital
La noticia ha corrido como la pólvora. Miguel Ángel Ramírez, empresario y presidente actual de la U.D. Las Palmas, obtiene por fin el permiso del Cabildo de Gran Canaria para legalizar unas obras realizadas en 2004 en su finca de Las Pajaritas, en Gran Canaria. El empresario grancanario pasó un auténtico calvario judicial y mediático que finalmente acabó con una condena de lo penal de 3 años por un delito contra el territorio.

Ahora, 16 años después, se restituye su honor gracias a que el Tribunal de lo Contencioso Administrativo en 2017 daba la razón al empresario finalmente y se la quitaba al Cabildo de Gran Canarias, institución que le denegó en 2004 una calificación territorial para poder hacer unas obras de mejoras en su finca de 48 mil metros cuadrados consistentes en una pajarera, una pérgola y un muro de contención.
Ya en Lanzarote tenemos ejemplos parecidos como le ocurrió al propietario de Hormiconsa que tuvo que tirar unas naves y lo condenaron a casi 2 años de cárcel por un delito contra el territorio y, posteriormente, en la vía administrativa el tribunal falló que esas naves eran legalizables. Algunos expertos señalan que algo parecido puede suceder con Stratvs, que se pueda condenar a los acusados y que luego la bodega sea legalizable.
La historia de lo ocurrido al empresario y presidente de la U.D. Las Palmas se inicia por una denuncia del Seprona que el fiscal hizo suya al considerar que la construcción de esas obras sin permisos en una zona protegida era un delito medioambiental y que, por lo tanto, no eran legalizables. En lugar de ir por la vía de lo contencioso este caso se fue por la vía de lo penal.
Miguel Ángel Ramírez inició en paralelo un contencioso administrativo contra el Cabildo que, finalmente, gana en 2017, pero ya era tarde porque antes se había producido la condena penal. Gracias a una petición de indulto que finalmente se enredó política y jurídicamente prescribió la pena de cárcel y se salvó.