Canarias exige solidaridad a Baleares en la acogida de menores migrantes

El Govern de Marga Prohens ha pedido al Tribunal Supremo suspender la orden que le obligaba a acoger a 49 menores migrantes no acompañados
- Lancelot Digital
La crisis migratoria vuelve a encender un choque político entre comunidades autónomas. Esta vez, Canarias ha señalado directamente a Baleares tras conocer que el Govern de Marga Prohens ha pedido al Tribunal Supremo suspender la orden que le obligaba a acoger a 49 menores migrantes no acompañados, tal y como publica Tiempo de Canarias.
El Gobierno canario no ha tardado en responder y lo ha hecho con dureza. “Es un ejercicio de irresponsabilidad e insolidaridad”, advirtió el viceconsejero del Gabinete de Presidencia, Octavio Caraballo, quien recordó que mientras Baleares atiende a unos 680 menores, el Archipiélago canario soporta la presión de más de 5.500.
“Los datos son incontestables: Baleares recibió 5.000 migrantes este año; Canarias, más de 12.000. Nosotros hemos levantado un sistema para 6.000 menores. Que digan que no pueden acoger a 49 es, sencillamente, incomprensible”, sentenció Caraballo.
El viceconsejero apeló al principio de solidaridad que, según la Constitución, debe guiar a las instituciones españolas ante cualquier crisis humanitaria. “No se puede aplicar a la carta. Es una obligación institucional”, dijo, antes de reprochar que el Govern balear nunca contestara a la carta que Canarias le envió hace dos años para sumarse a una estrategia conjunta con Ceuta y otras regiones fronterizas.
En Canarias, el malestar es evidente. El archipiélago atlántico, convertido en la principal puerta de entrada de la migración africana hacia Europa, vive una presión constante que ha colapsado recursos y obliga a reinventar fórmulas de acogida. “Lo que aquí es una realidad diaria, para otros es solo una cifra en un papel”, lamentan desde Presidencia.
Detrás del pulso político late un problema de fondo: la ruta atlántica, considerada la más peligrosa del mundo por las condiciones extremas de la travesía desde las costas africanas. Solo en lo que va de año, miles de personas han llegado a Canarias tras sobrevivir a semanas en cayuco, con la infancia como uno de los rostros más vulnerables de esta crisis.
Organizaciones como CEAR o Save the Children llevan tiempo reclamando un reparto justo de la responsabilidad entre comunidades, alertando de que el fenómeno migratorio no hará sino crecer en los próximos años, empujado por conflictos en el Sahel, la pobreza estructural y los efectos del cambio climático.
El Ejecutivo canario insiste: si una región con recursos limitados como Canarias puede sostener un sistema de acogida para miles de menores, el resto de comunidades deben hacer su parte. “No se trata de números, sino de derechos humanos. Dar la espalda a 49 niños no es solo insolidario con Canarias, lo es con España y con Europa entera”, concluyó Caraballo.