Desesperación porque no llegan las ayudas económicas a un dependiente que han sido aprobadas hace tres años

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Lancelot Digital
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Cuidar de un familiar dependiente es una tarea muy sacrificada, y cuando no se reciben las ayudas aprobadas, más aún. Esto es lo que le ocurre a Orlando Machín, cuyo padre tiene el nivel primero de gran dependencia, es decir, el máximo posible. Es ciego y no puede caminar. Y a pesar de que en el año 2009 se le reconoció este grado y se aprobó otorgar una asignación mensual para el familiar que le cuidaba, todavía no han recibido el dinero, que asciende a unos 400 euros al mes.

“Yo no digo que lo ingresen todo, sino una parte, un dinero con el que se pueda ir reformando la casa para que él tenga su estabilidad, porque si yo lo quiero sacar, no puedo porque las puertas son estrechas y la silla, más ancha”, señala Machín. Además, “él pesa 110 kilos y está esperando que lo vea el traumatólogo porque el brazo se le va sólo… Es algo increíble”.

El problema, según fuentes de la Consejería de Bienestar Social del Gobierno Canario, es que el cuidador designado por la familia fue cambiado a mitad del proceso, por lo que se inició de nuevo el expediente. La responsable del área, Inés Rojas, explica que este caso tendrá que ser revisado, porque actualmente las ayudas económicas para los familiares de dependientes son prácticamente inexistentes.

“Este expediente ha tenido una serie de vicisitudes a lo largo del desarrollo del mismo, y llegado este momento, que debe estar en el tramo final del mismo, con toda probabilidad tendremos que volverlo a revisar, puesto que el Estado ha modificado la Ley de Dependencia”, señala Rojas, apuntando que el familiar está solicitando una prestación económica para cuidarle en casa y la Ley ha recortado esas ayudas.

Machín señala que la familia está “luchando por darle la mejor vida posible, no mantenerlo llagado y mal cuidado. Él cobra un sueldo de 1.000 euros y mantiene una unidad familiar de cinco personas”. El dinero se puede reintegrar a la familia con carácter retroactivo y de manera espaciada en el tiempo.

“Si cuando se vuelva a revisar su expediente está perfecto, y esa es la prestación que realmente le da la Ley, porque con los cambios realizados la cifra puede variar, se le pagaría con carácter retroactivo de seis meses para atrás”, señala la consejera, sin hablar de plazos en los que al fin pueda estar culminada esa revisión.