Viernes, 05 Diciembre 2025
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aviones

Entre enero y agosto de 2025 la cuantía pendiente de cobro ascendía a 700 millones de euros más el acumulado de 2024

  • Lancelot Digital

 

La viabilidad de las rutas aéreas que unen la Península con Canarias, así como con Baleares, Ceuta y Melilla, además de los vuelos interinsulares, enfrenta una amenaza sin precedentes. La causa no es otra que el bien conocido y denunciado impago masivo por parte del Gobierno de España de las subvenciones a los billetes de los residentes, que las aerolíneas adelantan, pero no reciben. La Asociación de Líneas Aéreas (ALA) ha elevado la voz de alarma ante una situación que califica de crítica y que se deteriora rápidamente.

El volumen de la deuda es abrumador. Solo entre enero y agosto de 2025, la cuantía pendiente de pago asciende a 700 millones de euros, una cifra a la que se suman los impagos acumulados de 2024. Este colchón financiero, retenido por el Estado, está provocando una severa crisis de liquidez en las compañías, que son las que soportan inicialmente el coste de la bonificación.

Javier Gándara, presidente de ALA, ha exigido una solución inmediata y ha señalado directamente la responsabilidad del Ejecutivo central: "Exigimos al Gobierno que dé una solución cuanto antes a este preocupante problema que se está agudizando y agravando la liquidez financiera de estas aerolíneas".

Gándara subrayó que la solución pasa indefectiblemente porque los Presupuestos Generales del Estado destinen una partida suficiente para saldar esta deuda. De lo contrario, la conectividad aérea de estos territorios, un derecho fundamental para sus residentes podría colapsar.

Irónicamente esta crisis se produce en un momento de aparente fortaleza del sector, ya que para la temporada de invierno (octubre 2025 - marzo 2026) las aerolíneas han programado 139 millones de asientos, un 4,7% más que el año anterior. Unas "buenas previsiones" que, según la patronal, podrían llevar a batir otro récord histórico de tráfico este ejercicio.

Sin embargo, este crecimiento positivo se ve empañado por la más que alargada sombra de los impagos. Y es que mientras la demanda de vuelos crece, la base financiera que hace posible las tarifas bonificadas se resquebraja. La paradoja aquí es evidente. Los factores externos, como la incertidumbre geopolítica, se ven ahora agravados por una "incertidumbre" interna, pero sobre todo, evitable: la falta de compromiso presupuestario del Estado.

Según ALA sin el pago inmediato de la deuda y sin la garantía de una dotación presupuestaria estable, el modelo de conectividad que garantiza la movilidad de los residentes de las islas y las ciudades autónomas está en peligro inminente. Un derecho fundamental de los ciudadanos, y que en el caso de Canarias resulta además vital, podría verse vulnerado por la actuación de un Gobierno más pendiente del humo que de la causa del fuego.

 

 


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