Ingresa en Tahíche un entrenador por abusos a 61 menores

La Guardia Civil le atribuye un entramado de identidades falsas y un uso fraudulento de su rol en el fútbol base
- Lancelot Digital
La Guardia Civil ha detenido a Kenneth V. V., entrenador y ojeador grancanario de 25 años, acusado de abusos sexuales, corrupción de menores y manipulación digital en un caso que ya suma 61 víctimas identificadas, todas ellas menores de edad. El joven, que llegó a trabajar en categorías inferiores de la UD Las Palmas y en distintos clubes de formación, ingresó en la prisión de Tahíche el pasado 13 de noviembre, según fuentes oficiales.
Según información de Canarias7, la investigación, denominada Operación Fake Manager, se inició tras la declaración de un menor en diciembre de 2024, un testimonio que destapó un patrón común en decenas de afectados. A partir del análisis del teléfono móvil intervenido y múltiples declaraciones de víctimas y testigos, los agentes fueron reconstruyendo un modus operandi “planificado y estructurado”, según describe el instituto armado.
Kenneth V. V. habría utilizado dos vías de engaño: por un lado, se presentaba como supuesto representante deportivo, ofreciendo falsas oportunidades de promoción —pruebas en clubes, contactos profesionales, difusión de perfiles deportivos— para generar una relación de dependencia emocional que desembocaba en solicitudes de contenido sexual o incluso en encuentros físicos. Por otro, utilizaba identidades femeninas falsas en redes sociales para captar a más menores, introducir conversaciones de contenido sexual y solicitar imágenes íntimas.
El detenido también ejerció como árbitro, entrenador personal y asistente técnico en proyectos con menores en situación vulnerable. Según la Guardia Civil, aprovechaba su posición de autoridad para obtener obediencia sin cuestionamientos, llegando a ofrecer dinero a cambio de actos sexuales. Los agentes han detectado además varios perfiles falsos administrados por él con el mismo propósito.
La gravedad de los hechos se agrava por el incumplimiento de medidas judiciales impuestas tras una detención previa en Vecindario. Pese a tener prohibido el contacto con menores y la participación en actividades deportivas, organizó un viaje en el que incluía a varios de ellos. Tras comunicarlo al juzgado, fue arrestado de nuevo el 12 de noviembre y enviado de inmediato a prisión por quebrantamiento de cautelares.
En el registro domiciliario posterior se intervinieron nuevos dispositivos y material relevante que continúa en análisis. La Guardia Civil subraya que la operación pone de manifiesto la necesidad de concienciar a familias y menores sobre los riesgos del grooming, una táctica de manipulación emocional utilizada por adultos para abusar sexualmente de menores en entornos digitales.