Jarro de agua fría en Europa para la lucha contra el petróleo
El comisario de Medio Ambiente asegura que para el sondeo exploratorio no es necesaria la evaluación de impacto ambiental
Texto y foto: Lancelot Digital
La lucha contra el petróleoha sufrido un revés en Europa, después de que el comisario de Medio Ambiente, Janez Potocnik, haya asegurado que para el sondeo exploratorio que va a realizar Repsol en aguas canarias "no se requiere una evaluación de impacto ambiental (EIA) con arreglo a la Directiva 2011/92/UE".
Así lo publica el diario ABC, que recoge cómo el comisario responde a una pregunta que los europarlamentarios socialistas Juan Ferando López Aguilar y Dolores García-Hierro realizaron el 16 de enero pasado. "La Comisión no tiene motivos para intervenir en este momento, pues las autoridades españolas han otorgado una concesión administrativa para la prospección de petróleo, es decir, para realizar un sondeo exploratorio" y para ello no se necesita la citada evalución.
Sería después, si el citado sondeo conlleva solicitar un "proyecto de producción de petróleo, cuando las autoridades competentes tendrán que realizar una EIA antes de conceder tal autorización", prosigue el comisario.
Esta evaluación debería "identificar, describir y evaluar los efectos del proyecto en el medio ambiente y, en particular, los recursos naturales protegidos por la Directiva 92/43/CEE". El comisario europeo añade que además "debería abrirse un procedimiento de consulta pública para que cualquier persona interesada pueda presentar todos los elementos y documentos que obren en su poder que demuestren que el futuro proyecto podría tener un impacto ambiental negativo".
Para el comisario, no hay motivo para desconfiar de que esto no vaya a ocurrir: "Las autoridades españolas han confirmado que, en relación con ese proyecto, van a tenerse debidamente en cuenta las disposiciones pertinentes del Derecho de la UE; por consiguiente, la Comisión no tiene motivos para intervenir en este momento".
Esta respuesta del comisario de Medio Ambiente supone un jarro de agua fría para las expectativas de Lanzarote y Fuerteventura, así como del Gobierno de Canarias, que habían centrado en las instituciones europeas gran parte de sus esperanzas en su campaña contra las prospecciones.
