Los turistas siguen cayendo en las “trampas” del mar

Tres fallecidos y numerosos heridos en un fin de semana que recuerda la fuerza del oleaje en Canarias

Al mar no hay que tenerle miedo, pero sí mucho respeto. Y no solo los residentes, también los turistas. Y es que este dejamos atrás un fin de semana negro: un golpe de mar en el muelle de Puerto de la Cruz, Tenerife, dejó este sábado uno de los episodios más trágicos de la última década en la costa canaria. Diez personas fueron arrastradas por el oleaje mientras observaban el mar desde el borde del muelle. Una mujer falleció y otras tres resultaron heridas de carácter grave. Varias de ellas eran pasajeros de un crucero que había arribado esa misma mañana a la isla y que realizaban una excursión organizada, según explicó Sebastián Quintana, presidente de la plataforma “Canarias, 1.500 km de costa”.

Ninguno de los afectados era bañista. Se encontraban vestidos, contemplando el mar, en un punto que suele llenarse de visitantes en días de temporal. Algo parecido ocurrió también en la playa de Roque de las Bodegas, donde seis turistas franceses fueron sorprendidos por una ola mientras paseaban por la zona, pese a que existía un balizamiento preventivo que advertía de las malas condiciones del mar.

Quintana, que lleva diez años recopilando datos mensuales sobre ahogamientos y accidentes acuáticos, aseguró que la jornada del sábado fue “la más trágica” registrada por la entidad: tres fallecidos y quince heridos en apenas cinco horas y en distintos puntos de Tenerife. La mayoría de los casos se produjeron por golpes de mar. Solo queda pendiente conocer las circunstancias en las que murió un hombre en la playa de El Cabezo, en Granadilla de Abona.

El divulgador insistió además en un dato que revela el patrón de riesgo: el 65% de las personas fallecidas por ahogamientos en 2025 se habían acercado al mar o a zonas de costa con fuerte oleaje cuando estaba activa una prealerta o alerta meteorológica por fenómenos costeros. “Es un dato muy clarificador”, subrayó, recordando que la prevención empieza por respetar esas advertencias y entender que el mar cambia en minutos.

El domingo tampoco fue tranquilo. En La Palma, tres personas tuvieron que ser rescatadas en la zona de Bajamar, en Breña Alta, después de quedar a la deriva y agarradas a una boya. Salvamento Marítimo rescató a dos mujeres, una de 86 años con hipotermia y traumatismo moderado en un hombro, y otra de 51 con hipotermia también moderada. Ambas fueron trasladadas al Hospital General de La Palma. Los bomberos rescataron a un hombre que resultó ileso. En el operativo intervinieron además Policía Portuaria, Guardia Civil, Policía Nacional y Protección Civil.

La prealerta por fenómenos costeros sigue activa este domingo en el litoral norte y oeste de El Hierro, La Palma, La Gomera, Fuerteventura y Lanzarote, además de la costa norte de Tenerife y Gran Canaria. El 112 advierte que el oleaje puede alcanzar entre 2,5 y 4 metros, y pide extremar la precaución, especialmente en las horas de marea alta.

Las autoridades insisten en que estos episodios no son imprevisibles. Canarias vive de cara al océano y su costa es un escenario poderoso, cambiante y, a veces, peligroso. El respeto a las señales, a las barreras y a las alertas meteorológicas vuelve a situarse en el centro de un mensaje que, cada cierto tiempo, el mar recuerda con contundencia.