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Todavía casi un 18 % de los canarios fuman

Canarias recuerda la importancia del diagnóstico precoz en el Día Mundial de la EPOC

 

  • Lancelot Digital
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    La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias se une, como cada tercer miércoles del mes de noviembre, a la conmemoración del Día Mundial de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) para promover una mayor comprensión de la enfermedad y una mejor atención a los pacientes, así como para llamar la atención sobre la importancia de la prevención y la detección precoz.

     

    La EPOC es una enfermedad infradiagnosticada y con una elevada morbimortalidad y supone un problema de salud pública de gran magnitud. En los países de nuestro entorno constituye la cuarta causa de muerte y se prevé que su prevalencia siga aumentando, convirtiéndose en 2030 en la tercera causa más importante de mortalidad en todo el mundo.

     

    Los principales factores de riesgo para desarrollar EPOC son la exposición al humo del tabaco (fumadores activos y pasivos); la contaminación ambiental y la inhalación de partículas de polvo y sustancias químicas en el lugar de trabajo.

     

     

    El Servicio Canario de la Salud, a través de la Dirección General de Salud Pública, diseñó en 2013 el Programa de ayuda al fumador en Canarias (PAFCAN), cofinanciando el 50% del tratamiento farmacológico para la deshabituación tabáquica.

     

    Canarias fue pionera en la implantación de este tipo de ayudas a los usuarios que mostraban su deseo de abandonar el hábito de fumar. En este sentido, según datos de PAFCAN relativos a 2020, el 17,79% de la población mayor de 14 años es fumadora, de los que el 3,55% (11.301 usuarios) se encuentra actualmente adscrito al Programa.

     

    Por otro lado, y con el objetivo de desarrollar e implantar de forma consensuada estándares mínimos y modelos básicos de atención para la prevención, la detección precoz, el tratamiento y el seguimiento de esta enfermedad en Canarias, el SCS elaboró y publicó en 2018 el Proceso Asistencial Integrado de la EPOC (PAI-EPOC), como iniciativa emanada de la Estrategia de abordaje a la cronicidad en Canarias que se empezó a implementar en 2015.

     

    El PAI-EPOC ha permitido abordar el diagnóstico precoz y el infradiagnóstico de esta patología de una manera normalizada desde las consultas de Atención Primaria, estando incluido como uno de los objetivos pactados en el programa de gestión convenida.

     

    Actualmente en Canarias, la población diana susceptible de realizar un screening de la EPOC es de 25.632 usuarios de los cuales se ha cribado al 13,69% desde que se implantó el PAI-EPOC. El objetivo era alcanzar el 25% al finalizar este año, pero la situación epidemiológica que se vive desde marzo ha provocado que las espirometrías, prueba con la que se realiza el cribado, se hayan suspendido por la fuerte producción de aerosoles que genera su realización.

     

    Incidencia de la EPOC

     

    La EPOC es una enfermedad que se diagnostica en edades adultas. En la actualidad, afecta casi por igual a ambos sexos, en parte debido al aumento del consumo de tabaco entre las mujeres, aunque en España, según los últimos datos epidemiológicos, existe una diferencia significativa entre ambos sexos: el 11,8% de la población mayor de 40 años tiene EPOC, según datos de Epi-Scan 2, el primer mapa completo sobre la situación de esta enfermedad en España.

     

    Por otro lado, y a pesar de tener una de las tasas de tabaquismo más altas de España, la prevalencia de EPOC en Canarias es menor que en la mayoría de las comunidades autónomas, con un porcentaje del 7,3%, siendo también mayor en hombres que en mujeres (8,7 en hombres y 6,3% en mujeres).

     

    La EPOC no es curable y puede llegar a ser mortal, por lo que el diagnóstico y tratamiento precoz son imprescindibles para retrasar su progresión. Tiene una evolución lenta y generalmente se hace evidente a partir de los 40 o los 50 años de edad. Sus síntomas más frecuentes son la disnea (dificultad para respirar), la tos crónica y la expectoración (con mucosidad). A medida que la enfermedad empeora, los esfuerzos del día a día como subir escalones o llevar una maleta, o incluso las actividades cotidianas, pueden hacerse muy difíciles.

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