Chucho Valdés trae su Jazz Batá 2 a Lanzarote
El pianista, compositor y arreglista cubano actuará el 20 de marzo en el Teatro Víctor Fernández Gopar “El Salinero”
El ganador de seis Grammys y cuatro Latin Grammy, pianista, compositor y arreglista cubano, Chucho Valdés, llega el 20 de marzo al Teatro Víctor Fernández Gopar “El Salinero” y lo hace con su último trabajo bajo el brazo, Jazz Batá 2. Se trata de la continuación de ‘Jazz Batá’, disco aparecido en 1972, y que en su momento no fue suficientemente comprendido por ser considerado demasiado experimental.
Jazz Batá 2 es un trabajo excepcional en el que revisita efectivamente una idea que exploró cinco décadas antes: un trío de piano jazz con tambores batá en lugar del juego de percusión convencional. Los batá son los tambores sagrados en forma de reloj de arena utilizados en la música ritual de la religión yoruba.
Existen un par de diferencias importantes respecto del primer disco: por un lado, en esta ocasión se ha añadido el violín de Regina Carter en algunos de los temas; y por otro, se ha contado con más recursos y un programa más amplio.
En los ocho temas que componen ‘Jazz Batá 2’ Valdés realiza un recorrido tanto por el mundo de la santería de origen yoruba, con ‘Obatalá’, que hace referencia al dios de la sabiduría y la justicia; y ‘Ochún’, reina las aguas dulces del mundo, los arroyos, manantiales y ríos, personificando el amor y la fertilidad y que sincretiza con la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba. Pero también hay lugar para los viejos tiempos, con ‘Son XXI’, una pieza del compositor cubano Enrique Ubieta que Valdés tocó en 1963 con su creador.
La cita es el próximo viernes 20 de marzo, a las 20.30 horas, en el Teatro Víctor Fernández Gopar “El Salinero” de Arrecife. Las entradas, que pueden adquirirse en la misma taquilla, en el CIC El Almacén o en www.culturalanzarote.com, tienen un precio de 25 y 30 euros.
La música como elemento vital
Chucho Valdés (Cuba, 1941) está considerado, junto a Gonzalo Rubalcaba, uno de los mejores pianistas cubanos de jazz. Nacido en un hogar donde la música era uno de los ingredientes más importantes de la vida, su propio padre, Bebo Valdés, fue un referente en su formación y en su trayectoria, y fue éste el primero en incluir el sonido de los tambores batá en una Big Band, en lo que fue denominado ritmo batanga.
