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El regreso del librojuego

 Una editorial tinerfeña revive las publicaciones en la que los lectores se convierten en protagonistas eligiendo las tramas

 

  • Lancelot Digital
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    El formato del librojuego supuso una auténtica fiebre en las décadas de los ochenta y noventa, en las que eran devorados por toda una masa de adolescentes principalmente, aunque no de forma exclusiva. La propuesta buscaba y lo consiguió implicar al lector al máximo posible en el desarrollo de la historia convirtiéndolo en un protagonista más, cuyas decisiones traían consigo consecuencias irreparables en el desenlace final de la trama.

     

    La desaparición o el declive del librojuego tuvo lugar a finales de los noventa y en puntos cómo España se produjo de una forma fulminante mientras en otros consiguió mantener cierta continuidad. La irrupción de formatos como las consolas supusieron la puntilla y el librojuego pasó a mejor vida o en realidad se mantuvo congelado en la mente de aquella legión de devotos aficionados. Si rápido fue el ascenso otro tanto ocurrió con la desaparición. A todo ello se unió que fue tal el número de ejemplares y propuestas que se pusieron en el mercado que la calidad se vio resentida y por lo tanto comenzó la desbandada de aburridos lectores.       

     

    Pero desde hace un tiempo la editorial tinerfeña Celaeno Books dirigida por Eduardo Pérez Rafael, conocido con el seudónimo de Edward T. Riker, se ha empeñado en sacar del olvido y descongelar al librojuego con el que se educó y descubrió una pasión por leer que no sentía hacia las publicaciones más convencionales.

     

    El resultado ha sido sorprendente, incluso para ellos mismos. A través del crowfounding, o lo que es lo mismo mediante aportaciones por parte de personas o entidades, este tinerfeño ha conseguido reunir una cantidad considerable de dinero y sacar a la luz ediciones como Choose Cthulhu inspirado en la obra de Lovecraft, primero y ahora Lobo Solitario que les han abierto las puertas del mercado internacional. De esta manera vuelven a la vida joyas a las que era imposible acceder desde 1990, especialmente en España.

     

    Ahora aquella generación y las nuevas tienen la posibilidad de retomar una afición en estado puro que habían dejado de lado, no tanto por razones de edad, sino más bien por los vaivenes del mercado. Pérez Rafael asegura con orgullo que se educó a través de estas ediciones que en aquellos tiempos llegaron a tener tanta trascendencia como en nuestros días las series Juego de Tronos o Harry Potter. “Entonces se vendían millones de ejemplares, incluso algunas publicaciones alcanzaron los 250 millones, lo que da una idea bastante clara de la importancia que tuvieron en aquellos tiempos”.

     

    La nostalgia ha triunfado y desde 2018, este tinerfeño junto con otras personas se han empeñado en recuperar una forma de lectura que marcó su infancia y adolescencia. Elegir el crowdfunding ha resultado todo un acierto y la mejor forma para devolver a la vida un formato que otorga al lector un papel activo ya que según sean sus decisiones la aventura tendrá éxito o acabará en el mayor de los fracasos.  Si eliges el relato original el final será el ya escrito, pero si te arriesgas por otros caminos alternativos entonces lo más probable es que te espere la muerte en todas sus variantes incluidas las más truculentas o la locura. Finales que tampoco desagradan a muchos de los aficionados.

                   

    La fórmula del crowdfunding les ha permitido ser elegidos como la mejor aventura empresarial por una entidad bancaria y mejor proyecto llevado a cabo a través de este sistema. De forma casi automática han visto cómo miles de ejemplares de sus obras se han podido editar en Francia, Alemania, República Checa, Polonia o Estados Unidos donde se han expandido básicamente a través del método del boca a boca. En el caso de Lobo Solitario una importante compañía norteamericana dedicada al juego se puso en contacto con ellos para comprar los derechos después de haber recaudado alrededor de 98.000 euros a través de las aportaciones voluntarias de 1.400 personas.

     

    Cada uno de ellos recibirá ediciones de lujo, entre otros regalos y se convierten en socios comerciales de manera que todo el dinero recaudado se reinvierte en los lectores y en mejorar las publicaciones. “Lo cierto es que con esas cifras rompimos todos los datos de recaudación de estas categorías editoriales y juegos. Incluso en apenas tres horas llegamos a recibir 25.000 euros con lo que ya se hacía viable publicar Lobo Solitario”, indica Edu.

     

    En estos momentos se encuentran sumidos en plena campaña para distribuir esta serie y de hecho la oficina situada en el centro de Santa Cruz aparece repleta de unos 1.700 ejemplares y regalos a los mecenas. El crowdfunding les ha servido para afianzarse y tener la posibilidad de sacar al mercado títulos que marcaron su adolescencia. Otra ventaja con la que cuentan es que pueden aprender de los errores cometidos con anterioridad cuando este formato desapareció de manera brusca.

     

    En lugares como Inglaterra siempre se ha considerado un método para fomentar la lectura entre la infancia y los adolescentes que no son muy aficionados a los libros tradicionales. Los datos son claros y vienen a indicar que en ese país el índice de lectura aumentó en un 36% entre los jóvenes desde que apareció la nueva propuesta.

     

    Recuerda que él pasó por ese mismo proceso. Cuando era niño no sentía especial atracción por los libros convencionales de las escuelas porque los contenidos eran demasiado infantiles, no se identificaba con los personajes y como dice, “la combinación de ambos factores los hacía absolutamente insufribles”. En el lado opuesto estaban los cómics que conoció desde que tenía apenas cuatro años, aunque lógicamente entonces se limitaba a disfrutar de los dibujos. Más adelante aparecen los librojuegos y se cierra el círculo, los adolescentes de aquellos años se encontraron con una forma de leer que tenía mucho de tradicional pero que les otorgaba mayor protagonismo.

     

    En su caso incluso los profesores llegaron a percibir cómo pasó de la desgana hacia la lectura a sentir una auténtica pasión. Los primeros librojuegos eran muy básicos y apenas permitían tomar simples decisiones como subir o bajar una montaña, pero luego se fueron complicando hasta el punto de que un sólo ejemplar podía implicar numerosas variantes y alternativas. En aquellos tiempos el precio solía rondar las 300 pesetas, unos dos euros que en la actualidad ya se sitúan en los veinte. También ha variado todo lo relacionado con las tiradas que antes eran de miles de ejemplares mientras que ahora se opta por la cautela y primero tantear el mercado lanzando unos pocos cientos.

     

    Los juegos de rol llegarían más tarde para ser prácticamente consumidos por el mismo público o como dice este empresario, “son primos hermanos”.

     

    Vida

     

    Este joven tinerfeño se licenció en Derecho e incluso antes de acabar la carrera ya trabajaba en un bufete de abogados por lo que no sorprenderá a nadie que al poco tiempo descubriera que ésta no era su auténtica vocación y por el contrario una vida tan convencional le provocaba “muchísima angustia”.

     

     

    En 2010 funda una tienda de cómics que cerraría sus puertas a raíz del golpe que supuso la sucesión de crisis económicas. A partir de aquí se lanza a la labor de escritor y especialmente a las novelas históricas de fantasía con las que obtuvo un relativo éxito, más meritorio aún si se tienen en cuenta las dificultades que presentan las Islas para acceder a otros mercados como el peninsular y con una distribución y lectores muy limitados.

     

    A continuación, trabaja para Editorial Idea y hace labores de apoyo para la Fundación Canaria Cine + Cómics en el período 2013-2021. De hecho, fue una de las personas implicadas en la recuperación del Salón del Cómic de Tenerife en cuya dirección sustituyó a Víctor Conde en la XV edición.

     

     A finales de la segunda década del nuevo siglo empieza a plantearse la creación de una editorial dedicada a la fantasía, el terror, la ciencia ficción y sobretodo a rescatar los librojuegos. Así lo hizo y los resultados han sido superiores a los esperados.

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