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Matteo Mascolo, el arte de bailar con el espíritu

El bailarín y coreógrafo, afincado en Lanzarote, organiza este verano un Lanzarote Summer Dance Intensive 2022

 

 

  • Bianca Pasquinelli
  • Daniel Cabecera García
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    Matteo Mascolo, bailarín y coreógrafo nacido en 1990, profundiza sus estudios en Nueva York en un programa de la Limón Dance Company, convirtiéndose en los últimos años uno de los máximos exponentes de la Técnica Humphrey/Limón en Italia y en las Islas Canarias. Hizo su estreno en 2021 con su pieza Movement Happen in Waves que él mismo creó en plena pandemia y que presentó en el Festival Suelo y Aire de Lanzarote. Su última obra I demoni di Nietzsche (Los demonios de Nietzsche) se ha incluido recientemente en un Festival de coreógrafos de gran prestigio, el Danza in Arte en Italia (DAP Festival) que tendrá lugar este verano. Junto con él estarán grandes nombres como Shahar Binyamini y Peiju Chien-Pott.

     

    -Tu último espectáculo “I demoni di Nietzsche”, ganador de la convocatoria italiana del Festival a Due Voci, está teniendo mucho éxito. ¿Cómo ha nacido? ¿De qué habla?

    -La idea de este solo nació durante una improvisación de baile que tuvo lugar en las maravillosas playas de Papagayo – realizando el video Dionysian. Aquí realmente entendí lo que significaba dionisíaco para Nietzsche. El filósofo alemán habla de este elemento en su libro “The birth of tragedy”, en el que también introdujo el espíritu apolíneo. Son dos estados en contraste que, aunque en abierta discordia, van uno al lado del otro. Los términos se derivan de los dioses griegos Apolo y Dionisio.

     

    Dentro de mí siempre he sentido dos instintos similares en conflicto, por una parte, una búsqueda del mero placer estético que confiere una satisfacción apolínea a los ojos, y por otra, un placer a un abandono dionisíaco a las emociones y a ese lado humano que a veces reprimimos. Así que decidí exteriorizar mi interioridad con la creación de esta pieza, que se estructura en torno a una exploración contemporánea de la Técnica Humphrey/Limón, también estrechamente relacionada con la filosofía de Nietzsche.

     

    -¿Qué sucede dentro de la coreografía?

    -Al principio exploro el placer del movimiento a través de movimientos curvos en el lugar, y exhibo el cuerpo como si fuera una estatua griega caracterizada por su belleza apolínea. Hacia la mitad del solo hay un monólogo tomado del libro de Nietzsche, en el que marco mi cuerpo en amarillo con un símbolo abstracto, contenido y con una forma clara. Este gesto quiere encerrar en sí mismo el espíritu apolíneo para dejar espacio a algo desconocido. La pieza evoluciona hasta que en la última parte coreográfica explote el espíritu dionisíaco: uso mis manos para ensuciar mi cuerpo con rayas negras, signos rápidos y marcados, libres da una forma precisa como los movimientos que hago en ese momento con gran energía. En la última parte el cuerpo parece casi cambiar de forma, como Dionisio cambió la suya cuando pasó de las apariencias de un demonio a otro.

     

    -Has encontrado en la técnica Humphrey/Limón la manera de contar de ti mismo. ¿Cómo nace exactamente tu interés en esta técnica?

    -Es la técnica que siento más afín a mi movimiento y a mi espíritu. Mi interés surge del placer de escuchar mi cuerpo libre mientras oscila entre un abandono y una resistencia a la gravedad. La técnica se basa precisamente en principios de caída y recuperación; para Humphrey el movimiento, tanto de un cuerpo danzante como del universo, ocurre en olas. Lo que también me llamó la atención es lo que otras técnicas rechazan: la aceptación de nuestra humanidad, el hecho de que caer, mostrar esfuerzo y tener debilidades forma parte de nosotros y no tenemos que ocultarlo. En mi opinión, estos son componentes fundamentales para poder acercarse a un movimiento lo más natural posible.

     

    -Tu conexión con Lanzarote te llevó a conectarte con la naturaleza y a tu espíritu a través de las improvisaciones de baile. Además de esto, ¿también impartes clases?

    -Frecuentemente organizo talleres por toda la isla, especialmente en Playa Blanca. Durante las clases se enfrentan a ejercicios técnicos que se utilizan como un medio para pasar de una cuidadosa búsqueda apolínea de control y belleza del movimiento a una explosiva liberación dionisíaca del espíritu a través de coreografías o improvisaciones. En las clases valoro escuchar el propio espíritu, para que cada participante baile a partir de su propia necesidad interior. He también organizado por este verano un intensivo de dos semanas – el Lanzarote Summer Dance Intensive 2022 - un programa profesional de baile de 42 horas que incluye una amplia variedad de estilos.

     

    -En los últimos dos años muchas personas empezaron a dar mayor valor a sus necesidades interiores, tal vez también como consecuencia de los períodos de cuarentena. ¿Tú cómo reaccionaste a los cierres?

    -Nosotros seres humanos, aunque construimos armaduras de hierro somos extremadamente sensibles, dentro de cada uno de nosotros hay una espiritualidad escondida lista para salir. Contrasté los cierres con la misma fuerza con el que intentó golpearnos y siguió siendo productivo. En ese momento estaba viviendo en Lanzarote y a través de mi baile logré ganar un video concurso de arte organizado por la Asociación Cultural Veintinueve Trece en colaboración con el Cabildo, que luego me invitó a crear y presentar en el teatro El Salinero, mi primer solo Movement happens in waves durante el Festival Suelo y Aire.

     

     

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