Viernes, 05 Diciembre 2025
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  • Lancelot Digital

 

Todo apunta a que la decisión de intervenir Canal Gestión por parte del Consorcio del Agua de Lanzarote ya es irreversible. Así se deduce de la última intervención del presidente del Cabildo, Oswaldo Betancort, en Café de Periodistas de Lancelot Televisión. La única posibilidad de que esto no ocurriera sería una posible negociación "in extremis" de Canal Gestión con alguna otra empresa del sector interesada y dispuesta a asumir el Ciclo Integral del Agua de Lanzarote.

 

Lo cierto es que no será fácil dadas las exigencias de la empresa que quiere recuperar la mayor parte del dinero perdido en los diez años en que han gestionado el Ciclo Integral del Agua en Lanzarote, unos cien millones de euros. Tampoco parece que vaya a ser muy atractivo asumir la gestión del agua insular para otras empresas, dada la crítica situación del agua en la que se encuentra la isla en la actualidad. La isla arrastra deficiencias, tanto en la producción, con desaladoras viejas y problemas de averías constantes, como la pérdida de más del 50% de la producción de agua en la obsoleta red de distribución. Si a eso le sumamos la resistencia de las instituciones a subir el precio del agua al ciudadano a pesar de la subida de todos los costes de producción, sobre todo el combustible, es evidente que esta negociación no será un camino de rosas.

 

La realidad es que la actual dirección del Cabildo se ve forzada a elegir entre lo malo y lo menos malo. No hay opción buena. La intervención conlleva sus riesgos, ya que la isla tendría que asumir elevados costes, y además es de esperar que Canal Gestión mueva todo su armamento jurídico para defenderse y recuperar todo el dinero que le sea posible, con demandas judiciales y todo aquello que fuera necesario. Ya ocurrió con una filial de Isabel II en Cáceres, donde "secuestraron" el servicio y les tocó pagar una indemnización y devolver el contrato a la empresa. Por si todo esto fuera poco, tampoco hay que descartar los palos en las ruedas que se pongan desde el PSOE, partido que junto al PIL terminaron por hundir a la antigua Inalsa.

 

Es cierto que los graves incumplimientos del contrato por parte de Canal Gestión, tal y como lo ha corroborado el Cabildo, podrían ser una baza importante para tomar el control de la gestión por parte de la primera Institución Insular, pero no sería lo ideal. Lo mejor que nos podría pasar es que una empresa con más ilusión y ganas de invertir, tiempo y esfuerzos, bajo el reclamo de que la inversión pública mejorará la producción, distribución y saneamiento, se hiciera cargo del servicio. Ese cambio a mejor prometido por Betancort en un plazo de dos o tres años, en los que se haría efectiva una mejora evidente, es el mayor reclamo que tiene la isla para salir de esta. La solución sería que una empresa solvente sustituyera a una Canal Gestión desilusionada y sin ambición de mejorar.


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