Viernes, 05 Diciembre 2025
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turismo de lujos

  • Lancelot Digital

 

Lanzarote es la única isla del archipiélago que registró un descenso en la llegada de turistas durante septiembre, con una caída del 0,6% respecto al mismo mes del año anterior, según datos de Frontur (ISTAC). Mientras el conjunto de Canarias creció un 4,7%, la isla presenta un resultado que, en términos absolutos, es apenas perceptible, pero que no ha dejado de ser interpretado como un logro por las autoridades insulares.

El Cabildo, a través de SPEL-Turismo Lanzarote, lo vende como señal de madurez del destino y de su apuesta por un modelo turístico más equilibrado y sostenible. El presidente Oswaldo Betancort subraya que la isla no busca "ser los que más crecen, sino los que mejor gestionan su crecimiento", mientras que la estrategia de promoción se centra en atraer turistas de mayor poder adquisitivo y en diversificar mercados y productos: turismo deportivo, MICE, gastronómico y cultural.

Es cierto que, tras años de récords, un ajuste o estabilización es natural. Además, factores como el incremento de precios hoteleros y la situación económica europea hacen más difícil superar las cifras históricas de visitantes. Desde esa perspectiva, la caída de septiembre puede leerse menos como un retroceso y más como una oportunidad para consolidar un turismo de mayor calidad, con menor presión sobre los recursos de la isla.

No obstante, conviene no perder la perspectiva: presentar un descenso, por mínimo que sea, como un "éxito" tiene más de estrategia comunicativa que de estadística. Es un recordatorio de que Lanzarote busca ahora la gestión consciente de su crecimiento, apostando por el equilibrio entre sostenibilidad, experiencia del visitante y bienestar del residente.

En este contexto, la participación en la World Travel Market de Londres adquiere especial relevancia: la isla no solo compite por cifras, sino por posicionarse como un referente de turismo responsable y de calidad. En tiempos en que "menos puede ser más", la estabilidad puede, efectivamente, ser un signo de éxito.


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