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Una jaula para los canarios

 

 

  • Lancelot Digital
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    Una vez más se repite la historia. El drama de la inmigración en Canarias, en este caso en Lanzarote, ocupa todas las portadas de los periódicos y todo el mundo se lamenta y clama con indignación por lo ocurrido. Lloran, con lágrimas de cocodrilo, las ocho muertes que se produjeron en Órzola al chocar una patera contra las rocas. Y no es que no lo sientan, lo sienten, pero solo con sentirlo no se soluciona el drama. Durante tres o cuatro días, todo serán promesas y lamentaciones y luego el asunto volverá a quedar metido en un cajón por otros tantos meses más. Desde agosto llevamos así, y así seguiremos porque hasta que no cambie la política migratoria del Estado español y de la Unión Europea, el problema no tiene solución real.

     

    No valen las palabras. Ni las promesas. “Canarias no será Lesbos”. No lo será, ya empieza a serlo. En Lesbos la están convirtiendo. Casi 18.000 inmigrantes han llegado en unos meses a Canarias en pateras. Las soluciones que ponen sobre la mesa, las derivaciones, son confusas. Si hacemos caso al señor Ábalos, si vienen 80.000 inmigrantes, y se prohíben las derivaciones, pero tampoco se pueden hacer repatriaciones por el tema del covid…, ¿cuál es la solución? ¿Que nos quedemos a los 80.000 inmigrantes? Eso parecen querer decir. Están enterrando el problema bajo la alfombra, y parece que la alfombra es Canarias

     

    Esto no es soportable. Para nadie. Ni siquiera los propios políticos canarios del Psoe lo ven bien. Manolo Fajardo, senador socialista por Lanzarote, lo ha dicho claro: “Canarias se siente muy sola en el tema de la inmigración por la descoordinación del Estado en estas cuestiones”.

     

    Es más, nos sentimos solos, porque nos han dejado solos. No sólo él, también el socialista Juan Fernando López Aguilar lo ha dicho, la política de solidaridad es un principio que hay que exigir al Gobierno de España. Y las derivaciones a otras comunidades se pueden y se deben hacer, al menos hasta que la diplomacia española o europea solucionen  o alivien el problema en Marruecos.

     

    No somos una Jaula. Lo ha dicho Torres. No somos una jaula en la que meter el problema que el resto de Europa no quiere ver, ni asumir. Necesitamos la solidaridad del resto de las comunidades autónomas españolas, del resto de Europa porque, si no se ponen ya medidas sobre la mesa, el drama de Órzola será sólo uno más en el imaginario colectivo.

     

     

    Canarias tiene un problema, pero no es solo nuestro. Sin embargo, hasta que se comprenda que el problema es de todos, nos lo seguirán cargando a nosotros. Mientras tanto la inmigración resta recursos y empeora los servicios sanitarios, sociales y policiales de las islas. Un coctel muy peligroso.

     

     

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