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Vivir del turismo

 

Lanzarote vive un momento dulce desde el punto de vista turístico. Si en 2014 se recibieron dos millones y medio de turistas, todos los datos apuntan a que el balance final de 2015 será muy superior. No cabe duda que las pésimas cifras que arrastraba la isla tras la crisis económica se están superando, pero no se puede bajar la guardia, al contrario: llegó la hora de apostar fuerte por nosotros mismos.

 

El excelente momento que vive la isla no se debe sólo a su calidad como destino, también a que nuestros actuales competidores no pueden ofrecer la seguridad y la tranquilidad de la que goza Canarias. Justo por eso es el momento de aprovechar las oportunidades e invertir en nosotros mismos. Debemos fidelizar a ese flujo de turistas ‘prestados’ por otros destinos más inseguros, y la manera de hacerlo es mejorando las instalaciones turísticas obsoletas, renovándolas y modernizándolas, al igual que los espacios públicos. Debemos ofertar calidad para atraer a un turismo de calidad.

 

Pero no sólo podemos quedarnos en eso. Es preciso especializar nuestra oferta para diferenciarnos del resto y seguir manteniendo el liderazgo en un entorno tan competitivo y complejo como el turístico. Uno de los primeros pasos obligados en este camino hacia la diferenciación es adaptar nuestra oferta a la tecnología digital, algo que debe hacerse desarrollando el concepto “Smart Destination”, a través del que esta tecnología nos permitirá ser más inteligentes para mejorar la experiencia turística de nuestro visitante.

 

También es importante seguir impulsando la conectividad para lograr una mayor diversificación de la demanda, así como una revisión exhaustiva de la actual normativa de manera que sea posible agilizar los procedimientos administrativos, generar más actividad económica y dotarnos de mayor seguridad jurídica, para atraer un mayor número de inversores.

 

Otra de las apuestas más relevantes es la asociada al producto turístico-deportivo con el objetivo de articular una completa propuesta deportiva en torno a un calendario y que sea el turista el que pueda organizar sus vacaciones en torno al mismo y a su interés de participar en una u otra prueba. La enogastronomía y el proyecto que desarrolla a lo largo de todo el año Saborea Lanzarote han conseguido ya una diferenciación notable de la isla en su entorno. Venir a Lanzarote disfrutar de sus playas, de sus paisajes, de sus excelentes temperaturas y, al mismo tiempo, degustar sus vinos y las delicias que se cocinan en sus establecimientos es un valor añadido a nuestra oferta.

 

Obligado es además fortalecer el posicionamiento de Lanzarote en el segmento MICE (turismo de eventos y congresos) aprovechando los valores y singularidades que ofrece la isla para este tipo de turistas y unas localizaciones naturales únicas. En esta misma línea, se sitúa también el proyecto Lanzarote Film Commission, producto que persigue dar a conocer las ventajas técnicas y económicas que ofrece trabajar en Lanzarote a productoras de cine nacionales e internacionales, impulsado por un marco fiscal existente en Canarias muy atractivo y utilizando además el producto como escaparate internacional para el destino. Todas estas dinámicas están desarrollándose bajo la tutela y coordinación de la Sociedad de Promoción Exterior de Lanzarote (SPEL), que tiene como objetivo aglutinar el conocimiento del sector para ponerlo al servicio de la promoción conjunta de la isla con un modelo poco habitual en el que colaboran los sectores públicos y empresariales de forma coordinada.

 

Lanzarote vive un buen momento, pero no podemos dormirnos en los laureles. Es ahora cuando el sector público y el privado deben aunar fuerzas y avanzar de la mano porque el futuro de la isla depende de ello.

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