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Miguel Torres Maczasseck celebra 50 años de Bodegas Torres en Canarias  

 

Los viticultores son los que hacen que todo pase protegen el viñedo y el paisaje, son muy importantes

 

  • Lancelot Digital
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    -¿Cómo consiguen ser nombrados en los últimos años la “Marca de Vino más Admirada del Mundo” y en 2019, por noveno año consecutivo de Europa, por Drinks Internacional?

    -Nosotros la verdad es que no trabajamos para los premios Trabajamos para hacer los mejores vinos posibles y que los clientes lo puedan disfrutar. Hemos tenido la suerte todos estos años de ser una empresa familiar y esto te permite tomar las decisiones precisas de cara al futuro. Por ejemplo en los últimos años hemos estado invirtiendo en propiedades históricas, propiedades especiales, comprando más viñas viejas en Priorato. Hemos comprado el Pazo Torre Penelas, del siglo XIV, en Rías Baixas, hemos ampliado nuestros viñedos en Rioja y Ribera del Duero, esto lo hacemos siempre mirando hacia el futuro y nos permite hacer mejores vinos.

     

    -Usted como Director General y su hermana Mireia, Directora de Innovación y Conocimiento, representan a la quinta generación de la familia en la gestión de la empresa, asumiendo grandes responsabilidades.

    -Sí, responsabilidad y un gran reto. Uno no puede hacer lo mismo que hizo la anterior generación, los tiempos cambian y hay que mirar al futuro. Pero tanto la cuarta como la quinta generación tenemos claro cuál es el camino por el que tenemos que ir, al final el objetivo común lo tenemos claro.

     

    -¿Cómo les ha marcado la figura de su padre?

    -Mi padre ha hecho una labor extraordinaria y tanto a mi como a mi hermana nos ha enseñado casi todo lo que sabemos. El resto lo hemos ido aprendiendo por experiencia, por aciertos y errores. Todos tenemos claro que la bodega familiar perdure, que la calidad tiene que estar por encima de todo y que podamos cumplir unas cuantas generaciones más.

     

     

    -¿Siempre ha sentido la llamada del vino, cree que es su auténtica vocación?

    -A mí de jovencito me interesaban más las motos que los vinos, me hubiera gustado ser piloto y me lo pasaba muy bien. Pero hay ciertos momentos en la vida de cada uno en que piensa qué es lo que puedes aportar, cual es la elección correcta. Yo tuve la suerte de vivir en el Penedés, en Más La Plana y ver desde pequeño como es el viñedo, la bodega, eso es algo que va dejando un poso, tú no te das cuenta, pero ya estás haciendo unas raíces allí. Decidí que esto es lo que más me gustaba, aunque estuve en diferentes sectores para aprender. Trabajé con los perfumes y otras cosas, pero en un momento dado quería volver y empezar en la empresa familiar.

     

    -¿Cuáles serían las principales aportaciones de Bodegas Torres al Penedés, teniendo en cuenta que era una zona más de cavas que de vinos?

    -Ha sido más conocida por el cava que no por los vinos tranquilos, aunque es curioso porque el vino es mucho más antiguo que el cava. En el Penedés se hacen vinos tranquilos desde hace 2.700 años, es la segunda región vitivinícola de España. Nosotros hemos intentado hacer un buen trabajo, hacer marcas fuertes, para comercializar los vinos en el mundo. Hemos actuado en la preservación del paisaje y las tradiciones. Hemos hecho un trabajo en los últimos 30 años de recuperación de variedades antiguas, no solo del Penedés sino de toda Cataluña. Creo que todavía el Penedés tiene mucho que decir, porque justamente algunas de las variedades ancestrales que hemos recuperado, prefiloxéricas en muchos casos, nos están demostrando que tienen un gran potencial. En los próximos años elaboraremos vinos que van a sorprender mucho a la gente.

     

    -¿Trabajar en familia tiene más ventajas o inconvenientes?

    -Tiene algunas ventajas más que inconvenientes pero es un a forma de trabajar. En nuestro sector creo que añade valor al vino, siempre he pensado que para hacer buenos vinos hace falta tiempo y esto una familia lo entiende bien, porque en general las familias tienen visión a largo plazo. Esto al vinos le va muy bien.

     

    -Hoy se habla del territorio, del trabajo y el cuidado de la viña en el campo para hacer los mejores vinos…….

    -Antiguamente los vinos se hacían más en la bodega y hoy se hacen más en la viña. Hoy estamos buscando vinos que reflejen más la identidad de un tipo de viñedo. Cuando un vino consigue emocionarte, trasladarte a ese lugar , para mi entonces sí estamos hablando de un gran vino, esto es lo que estoy buscando.

     

     

    -¿Cómo y cuándo fija la familia Torres su interés en Canarias?

    -Esto comienza en 1969 cuando conocemos al señor Guillermo Betes en Gran Canaria. Empezamos a tener una relación más profunda y profesional. Más tarde Juan Bolaños se ocupó de la parte de Tenerife. Todo esto derivó en una comercializadora,“Cocabesa”. Con la llegada del turismo a Canarias se produce un crecimiento importante en esta empresa. Una de nuestras prioridades en Canarias fue siempre la formación, intentamos siempre dar a conocer mucho la cultura del vino, que fuese un servicio más profesional y que se integrase más con la gastronomía. Durante estos 50 añosmuchos nos han apoyado, nos hemos sentido siempre muy bien acogidos.

     

    -50 años ¿qué supone el mercado de Canarias en el global del grupo?

    -Es un mercado de los más importantes que tenemos hoy en el mundo. Estamos exportando a 160 países. Dentro de lo que es España, significa una parte muy importante de nuestra facturación. También Canarias nos ha ayudado a promocionar nuestros vinos en Europa, sobre todo en el mercado Británico, muy importante para nosotros.

     

    -¿El vino es salud?

    -Sí, el consumo del vino con moderación está demostrado que puede ser beneficioso para prevenir enfermedades cardiovasculares y también algunas enfermedades degenerativas como el alzhéimer . También el resveratrol, que se encuentra en los vinos tintos, en la piel de la uva tinta, produce un efecto antioxidante en tratamientos anti envejecimiento.

     

    El profesor Bouvais

     

    “Fue un profesor de la Universidad de Montpelier muy amigo de mi padre. Él estaba convencido que en Europa existían todavía variedades antiguas que habían resistido a la filoxera, porque la planta de la vid es muy fuerte y además no llegó a todas partes. Nos abrió esta visión y mi padre la tomó. Comenzamos a hacer anuncios en la prensa local, animando a los viticultores que si encontraban alguna cepa desconocida que nos llamaran. Así hemos encontrado 54 variedades antiguas de las cuales 5 o 6 tienen una potencialidad enorme para hacer grandes vinos”

     

    Miguel Torres Chile

     

    “Los vinos del nuevo mundo tienen sus propios  mercados. Es un paraíso de la viticultura, apenas hay enfermedades que afecten al viñedo, tienes mucha libertad para plantar. Incorporamos la agricultura orgánica y fuimos la primera empresa privada certificada de vinos de comercio justo. Vinificamos con la variedad “País” que es la Listan Negro de Canarias”.

     

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