Un vecino de La Geria se enfrenta al derribo de su casa
Cumple con el Plan Especial de La Geria, excepto por su vinculación agraria, pero la Audiencia Provincial le obliga a derribarla por ampliarla sin licencias. "Es injusto", considera
Yolanda Téllez
Fotos: Jesús Betancort
Amplió su casa hace más de 10 años y ahora tendrá que tirarla. Ricardo Pacheco, vecino de Tinajo, se enfrenta a un derribo sin precedentes en La Geria, tras una sentencia de la Audiencia Provincial que le obliga al mismo, por una denuncia de la organización ecologista WWF Adena. Una sentencia que este hombre cree “injusta”, pues considera que “no se emplea la misma vara de medir para todos”.
Ricardo Pacheco nació en Venezuela y heredó esta casa, en la zona del Peñón de Los Indianos, de sus abuelos. “Me gusta el campo y decidí venirme para acá. Así empezó el sueño y el calvario”.
La casa, según explica este hombre a Lancelot Digital, estaba “prácticamente en ruinas”, por lo que Ricardo comenzó a acomodarla y la amplió para instalarse con su mujer y sus dos hijos. En concreto, según la sentencia, la vivienda original constaba de 60 metros cuadrados, que él amplió en 120.
En 1999, la organización ecologista WWF Adena denunció estos hechos y Ricardo Pacheco, según él mismo explica, fue condenado por un delito contra la ordenación del territorio en 2011. Concretamente, se le impuso un año y seis meses de prisión, a la que no llegó a entrar al carecer de antecedentes, y 2.160 euros de multa. Sin embargo, no se pedía el derribo, al entender que al haber otras edificaciones alrededor que pudieran estar en las mismas características, y que permanecerían al no ser denunciadas, “no se iba a recomponer el daño infringido”.
Sin embargo, WWF y la Fiscalía recurrieron dicha sentencia en la Audiencia Provincial, quien ahora ha ordenado su derribo, a pesar de que según Ricardo su casa cumple con los requisitos del Plan Especial de La Geria, excepto porque no tiene vinculación agraria. “Para ello, me piden que el 50% de los ingresos de la casa procedan de las viñas y eso es imposible, porque mi mujer está en paro y yo tengo mi trabajo, porque de esto sólo no puedo vivir”, afirma.
Así, para Ricardo “es un varapalo tremendo” esta sentencia, que ya es firme y que tendrá que cumplir en un plazo de tres meses “Es doloroso, pero no queda otra”, concluye este hombre, quien tendrá que buscarse un nuevo hogar ya que, según explica, la sentencia le inhabilita además para que en un año y medio pueda hacer construcción alguna en esta vivienda.