300 autónomos salen a las calles de Arrecife para reclamar cambios al Gobierno
El acto de manifestación tuvo lugar ayer domingo en las inmediaciones de la Dirección Insular del Estado de Lanzarote
- Lancelot Digital
“De 3.255.000 empresas que hay en este país, el 95,10% somos autónomos y microempresa”. Con el megáfono en la mano, así expusieron su descontento los autónomos. Con reclamaciones ante un gobierno, al que consideran solo quieren asfixiarlos fiscalmente ayer. El acto de manifestación tuvo lugar ayer domingo en las inmediaciones de la Dirección Insular del Estado de Lanzarote. Cerca de 300 personas partieron desde el Ayuntamiento de Arrecife hasta la sede de la antigua Delegación del Gobierno.
Íñigo Inchausti, portavoz del colectivo de autónomos, expone el sentimiento de enfado y unión que les ha llevado a salir a la calle. “Hoy nos hemos reunido aquí aproximadamente 300 personas. Eso lanza un mensaje al Estado, al Gobierno que esté gobernando, da igual si es uno o es otro. Pero los autónomos tenemos la capacidad de unirnos y luchar por nuestros derechos”.
¿Pero, qué reclaman los autónomos lanzaroteños?
“Los autónomos en el día de hoy no podemos ser los recaudadores de Hacienda, no podemos estar cobrándoles el IVA para luego dárselos a ellos. Los autónomos que facturan menos de 85.000 euros tendrían que tener ciertas excepciones fiscales y ciertas regulaciones que ahora mismo tienen. Y por último, todo el mundo sabe, porque todo el mundo tiene un familiar, un cuñado, un primo que es autónomo, que no podemos trabajar los 12 meses del año para que, 5 meses y medio se los lleve el Estado. Esos son ahora mismo los números en España, en Europa los números no son así. Son mucho más laxos y tienen una determinación hacia el autónomo de otras características, que hace que todo sea mucho más fácil y sencillo. Nosotros no nos negamos a tributar, pero lo que no podemos tributar son 5 o 6 meses al año”. Así de contundente ha declarado sobre el descontento general de los autónomos Íñigo Inchausti.
La manifestación en Lanzarote coincidía con una llamada en todo el territorio nacional, especialmente la concentración de Madrid. Donde reclamaron cuotas proporcionales ajustadas a los ingresos reales, menos burocracia y el fin del lenguaje "incomprensible". Además de una reforma integral del cese de actividad y una protección social equivalente a la de los trabajadores asalariados.