Domingo, 14 Diciembre 2025
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Lanzarote y La Graciosa rinden homenaje a un artista que dejó huella dentro y fuera de las fronteras canarias

 

  • Lancelot Digital

 

Un accidente de tráfico hace 32 años, el 25 de septiembre de 1992, acabó con la vida del artista de Lanzarote César Manrique. Sin embargo, más de tres décadas después su espíritu continúa vivo.

 

El accidente se produjo cerca de la sede de la fundación que lleva su nombre, inaugurada en marzo de ese mismo año. La Fundación Cesar Manrique, ubicada en la antigua residencia del artista en Taro, Tahíche, acoge hoy en día sus obras.

 

Nació el 24 de abril de 1919 en Arrecife, en el seno de una familia de clase media y desde muy temprana edad evidenció su facilidad para el dibujo. El artista mostró su admiración por autores como Picasso, Matisse y Braq. Manrique dejó un gran legado en su isla natal y en el mundo del arte en general, marcada por la naturaleza que lo vio crecer.

 

La desaparición de César Manrique fue un duro golpe para la sociedad canaria. El Cabildo de Lanzarote y los ayuntamientos de la isla decretaron tres días de luto oficial. El Gobierno de Canarias destacaba la figura de Manrique y su especial cuidado por los recursos naturales y el medio ambiente.

 

Manrique era consciente que el desarrollo de la isla vendría dado por el turismo, pero para ello era necesario también cuidar el paisaje.

 

Hoy, su legado sigue tan vivo como entonces.


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