Domingo, 14 Diciembre 2025
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Explican lo ocurrido hace casi una década y cómo los tres conejeros pudieron demostrar su inocencia

 

  • Lancelot Digital

 

En 2015 salta a los medios una estafa piramidal millonaria por parte de la empresa Unetenet de negocios online. En aquel momento las autoridades detuvieron y registraron domicilios y propiedades de 22 investigados, de los cuales tres son residentes en Lanzarote. El caso fue de tal envergadura que incluso un programa de investigación de La Sexta vino hasta la isla en busca de ellos. La audiencia nacional ahora ha absuelto a cinco de los investigados, entre los que se encuentran los tres empresarios lanzaroteños.

 

Bernabé Caraballo Saavedra, absuelto del caso Unetenet, señalaba que “llegaron a su casa, irrumpiendo en ella, sin encontrar absolutamente nada y yo me sentí ultrajado. Yo nunca he intentado hacer nada mal, me sentí fatal”, señala. “Vivimos un calvario, con coacciones por parte de la Fiscalía para que aceptáramos una condena, que no pensábamos aceptar porque no habíamos hecho nada. El hecho de que nos hayan absuelto y se haya reconocido nuestra inocencia, me llena de tranquilidad”.

 

Por su parte, el también absuelto, Francisco José Santana García, aseguraba que “mi primera sensación fue que era una broma, ¿cómo me iban a venir a detener a mí? Y después cuando ya me explicaron todo, en mi casa se portaron muy bien, la sensación fue… surrealista. De repente, verme en esa situación fue muy complicado”, señala, apuntando que lo peor fue la familia.

 

El abogado de los ahora tres absueltos de Lanzarote, Federico Toledo Guadalupe, tuvo siempre claro que no aceptarían el acuerdo y lucharía por la inocencia de sus clientes. “Esto fue en 2012, todavía no teníamos móviles inteligentes. Se creaban páginas web que eran muy costosas y con el sistema Unetenet, se crea una moneda, tipo bitcoin, comienza a haber denuncias en toda Europa y en EEUU, y la policía inicia una investigación y entre los detenidos están mis tres clientes”, señala. “Pensaban que esto era una mafia, con capos, hasta que fueron descubriendo la realidad, pero la pena de banquillo no te lo quita nadie. El seguimiento de algunos medios de comunicación fue acosador, eso cómo te lo devuelven. Si tiras un balde de agua a la calle… ¿cómo lo recoges? No se puede”.

 

Aseguran que pedirán las indemnizaciones que les correspondan por los últimos diez años de calvario que ahora llegan a su fin.


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