Alexis de la Cruz: “Benito Pérez Armas era costumbrista, regionalista y reivindicaba el pasado canario”

El coordinador de ‘Benito Pérez Armas. Cuentos Canarios’ habla sobre el trabajo realizado para recopilar los principales cuentos del escritor lanzaroteño
El lanzaroteño Alexis de la Cruz salía de La Madriguera para presentarnos la obra que él ha coordinado, 'Cuentos Canarios', una recopilación de los principales cuentos de Benito Pérez Armas, un ilustrado vecino de Yaiza que por cuestiones de la fortuna se asienta en Tenerife y pese a que ejerció como político, el carácter costumbrista de su obra sirve de verdadera enciclopedia de la España de finales del siglo XIX y principios del siglo XX.
–Este libro es una recopilación de los cuentos de Benito Pérez Armas. ¿Están todos? ¿Qué dificultad ha tenido juntar estos textos?
–Esto lleva mucho trabajo. Meses de investigación. Están todos los cuentos que yo he podido recopilar. Este tipo de escritores se prodigaban mucho en la prensa. A veces muy difícil cubrir todo su recorrido periodístico. Dudamos incluso por titular Cuentos Completos, pero al final decidimos Cuentos Canarios porque él mismo quiso hacer este trabajo antes de morir y además para algo bonito: legarlo a sus hijos. Al encontrar esta información pensamos que éste sería el título correto. Al final son 25 relatos, de los cuales nueve son inéditos. No son del todo inéditos, porque aparecieron en la prensa antigua pero sí es la primera vez que se recoge en forma de libro. El mérito además es recopilarlos todos en un mismo volumen, pues estaban todos desperdigados en distintas ediciones y revisiones y bueno en esta edición lo pueden leer todo y de forma cronológica.
–Él muere en 1937. Quizás sus últimos años no fueron muy productivos, ¿no?
–En los últimos años se aleja de la política también. 1925 es su gran año. Pues edita dos novelas La vida juego de naipes y Rosalba, publica un relato largo Las lágrimas de Cumella y publica algunos cuentos que no habían salido nunca. Pero sí es verdad que los últimos diez años no se sabe mucho o nada.
–Entiendo entonces que tu gran trabajo ha sido o estado en la hemeroteca…
–Sí, es verdad. Se dice que está el ratón de biblioteca y luego está el topo de biblioteca, que es lo que he hecho yo, pues lo que se ha hecho es escarbar y escarbar. Yo conocía algunos de sus cuentos pero quería sumergirme en sus novelas. Empecé a leerlas poco a poco. Conseguí las primeras ediciones, pues soy coleccionista, y las novelas sí que están reeditadas. Hay reediciones de los año 90 en una reedición de autores canarios y Rosalba la reeditó el Cabildo, pero los cuentos sí que estaban más complicados. Pues estamos hablando de ediciones póstumas. Las otras revisiones beben de estas originales.
–¿Cuál es el estilo de Benito Pérez Armas?
–Tiene partes. Predomina el tema canario. Hay algún cuento que está basado en su época de estudiante en la península, pero predomina la temática canaria. Es costumbrista y regionalista. Reivindica la canariedad. El pasado canario. De hecho, La baja del secreto, el relato del que te hablo, es una reconstrucción histórica de la rebelión de los gomeros contra Hernán Peraza y Beatriz de Bobadilla y es un cántico a la libertad en los tiempos de la conquista y tiene un relato también que no se había publicado en forma de libro, también de 1925, El último Mencey que también es un relato histórica de un intento de alzamiento que hubo en Adeje por parte de los guanches. Ya estaba consumada la conquista.
–¿Leyendo a Benito Pérez Armas se puede saber cómo se vivía en aquella época?
–Sí, claro. Es un escritor costumbrista que narra el paisaje, la forma de vida. Por ejemplo, hay un cuento que narra un viaje al Teide y a medida que ascienden van pasando por caseríos y se detienen a hablar con los ancianos del lugar y hay una anécdota muy bonita. Él conoce a un anciano cuando era joven. El anciano se llamaba Tío Palmero que es un hombre que cuand Pérez Armas era joven ya tenía 103 años. Estamos hablando de un señor que a lo mejor nació a principios del siglo XIX, Deciden hacerle una visita y refleja ese modo de vida. Le sirvió para describir un Tenerife inaudito para ellos. Por ello, se puede decir que su obra es muy rica en detalles de conocer la tierra, tanto por Tenerife como por Lanzarote. Algunos de los cuentos más bonitos y auténticos que ya la mayoría habían sido editados son recuerdos y recreaciones de su infancia en Yaiza.
–Benito Pérez Armas es un lanzaroteño conocido pero desconocido. Su vida profesional fue casi íntegra en Tenerife y de hecho, esta isla a veces se lo apropia. ¿Cómo fue la vida de Pérez Armas?
–Él nace en Yaiza, en la actual Casa de la Cultura de Yaiza, que ahora lleva su nombre. Pasa ahí sus diez u once primeros años en Yaiza se cría allí y a los once años lo mandan a estudiar a Las Palmas al Seminario. Pasa un año ahí. Debió ser que no le gustó pues se fue a otro colegio. Ahí sí pasa cinco años. Se empieza a relacionar con la intelectualidad canaria con Mesa y López, con muchas figuras que llegará a ser muy importantes y que iban a ese tipo de colegios de la élite. Termina ahí lo que ahora sería el Bachillerato y se va a Salamanca, atraído un poco por la fama de la Universidad y estudia Derecho. Él tiene una autobiografía que no llegó a completa y solo cubre los primeros años de su vida y dice que de Salamanca se marchó casi huyendo del frío que pasó. Luego pasa unos meses en Madrid y finaliza su carrera en Sevilla y la intención de él no era en realidad establecerse en Tenerife. Esto fue fortuito. Él quería volver a Lanzarote para visitar a sus padres y luego opositar para optar a puestos en la Corte en Madrid. Lo que pasó es que el zarpa de Cádiz en octubre de 1893, llega a Tenerife pero da la casualidad que al puerto de Santa Cruz llega también un vapor italiano que trae una epidemia de cólera morbo a bordo y pasa que lo confinan como ahora en el covid y se queda en Tenerife. Se refugia en La Laguna y un año después conoce a la que sería a su mujer y pronto se convertiría en padre. Al poco tiempo ya se dedica a la política al salir elegido como diputado regional por Arrecife
–Es decir, sus ingresos procedieron de su ejercicio de la práctica de la política, ¿no?
–Él publica más de la mitad de sus cuentos en la revista Gente Nueva y 30 años después Leoncio Rodríguez le pide un artículo rememorativo de cómo era la época de Gente Nueva y ahí habla de que la mayoría de los escritores en ciernes que allí habitaron optaron por otros caminos porque se tienen que ganar el pan y es muy difícil hacerlo solo escribiendo. Uno de los pocos que sí lo hicieron es Ángel Guerra. Benito Pérez Armas luego crece mucho como político. Fue un político muy importante en las islas y pudo llegar incluso a ser ministro.