Alquiler vacacional: ¿Una solución o un problema?
Objetivo Lanzarote analiza las dos líneas de opinión; una a favor y otra en contra
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El alquiler vacacional, como concepto, ha llegado a Canarias y a Lanzarote en particular para quedarse y a su vez ha creado una controvertida dicotomía: una versión positiva y favorable para los intereses de la isla y un posicionamiento peyorativo.
Hoy entraremos en el ojo del huracán, pues las casas o apartamentos vacacionales se han convertido, en su vertiente favorable, en una nueva forma de crear sector turístico: una forma democratizada en la que los propietarios de una vivienda pueden obtener ingresos complementarios o inclusos exclusivos que navega con viento a favor en un apartado de la demanda turística más que interesante: el nuevo visitante que busca un turismo de experiencias y de integración en la sociedad a la que llega. Un turismo con mayor gasto per cápita que demanda negocios complementarios como rent a car, restauración nacional o agenda de ocio y cultura.
Por el otro lado, está quien ve en el turismo vacacional a un enemigo: en primer lugar está parte de los propietarios de hoteles y apartamentos que ven una competencia desleal, entendiendo que con los hosteleros se es más exigente en normativa y en fiscalidad, mientras que en el vacacional no existe ni vigilancia ni inspecciones. En segundo lugar y de mayor calado en la sociedad, el alquiler vacacional se ha colocado en la diana de lo que ha denominado como turismo fobia. Este movimiento entiende el turismo como un depredador social y sitúa al vacacional en el punto de mira, sobre todo, como principal generador del problema de vivienda.
Consideran que ante el boom turístico previo y posterior a la pandemia se han eliminado muchas casas y apartamentos del mercado de alquiler de larga duración para ser destinados a esta forma de albergar a quien nos visita. Y es que el arrendador ha visto numerosas ventajas en la opción turística sobre la del alquiler convencional, pero dos son las que más destacan: en primer lugar un mantenimiento diario ante continuo movimiento de los visitantes ante la degradación del inmueble cuando es devuelto después de años a sus propietarios y la segundo y muy en boga ahora, la de una manera de evitar la okupación, sobre todo si se entiende el fenómeno vivido en los últimos años en las que los arrendatarios, en situación de crisis económica, deciden no pagar el alquiler pero a su vez no abandona la vivienda, lo cual genera un perjuicio de gran medida en estos pequeños inversores.
Desde la ASCAV, la asociación del alquiler vacacional de Canarias, se ve también una demonización y campaña difamatoria al respecto, asegurando que el problema de la vivienda es la restrictiva legislación que no ha permitido incorporar ni vivienda pública ni privada ante un crecimiento evidente de la población.
Este colectivo, como otros sectores de la sociedad, pide que se regule y se pongan las bases para que este tipo de práctica económica, sea una más y se convierta en una opción de ingresos para el grueso de la sociedad.
Hoy en Objetivo Lanzarote analizamos en profundidad el alquiler vacacional.