Así fueron las visitas de la Familia Real a Lanzarote
Hasta tres veces vinieron Don Juan Carlos y Doña Sofía a la isla. Una de ellas cuando todavía eran príncipes y dos, cuando ya eran reyes, visitando La Graciosa e inagurando el Centro de Salud de Titerroy
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Tres veces vinieron Dos Juan Carlos y Doña Sofía a Lanzarote. La primera, en 1973, cuanto todavía eran príncipes y acudieron con sus hijos, apenas unos niños, a Timanfaya, donde disfrutaron de los camellos.
Trece años después llegaría el primer viaje oficial como Rey de España, con su visita a La Graciosa, donde llegaron a compartir comida con los habitantes de la octava isla. En esta ocasión ya les acompañó el empresario turístico y vicepresidente de Asolan, Francisco Martínez, que fue designado por el Gobierno central como acompañante oficial.
“La primera ocasión fue en la visita que hicieron a La Graciosa los reyes con los ministros. Ellos pidieron un almuerzo para los invitados que venían y a la vez para todos los ciudadanos de La Graciosa. Preparamos pescado y comida típica de aquí”, señala Martínez.
Martínez recuerda al Rey como curioso y campechano. “Una relación fantástica, muy normal, muy cordial. No son exigentes para nada, comen lo que comemos nosotros todos los días y, eso, muy cordial, muy amigables, y muy curioso el Rey con Lanzarote, que no paraba de hacer preguntas. Yo, personalmente, me lleve una impresión estupenda de él”, apunta.
La Mareta, residencia regalado por el Rey Hussein de Jordania, se convirtió en el hogar conejero de la Familia Real. En el año 1993, la utilizaron tras el fallecimiento del padre del Rey, Don Juan de Borbón. Siete años después, sería precisamente aquí donde moriría su madre, Mercedes de Borbón, en el año 2000.
Seis años después, Juan Carlos recorrió de nuevo las siete islas y paró en Lanzarote para inaugurar el nuevo Centro de Salud de Titerroy, además de acudir a una recepción oficial en el Hotel Meliá Salinas.