Ayuntamiento y Cabildo apuestan por el diálogo con el Ministerio de Medio Ambiente para buscar una solución intermedia al cierre de Famara

Otras islas como Fuerteventura tienen ya sus propias soluciones en casos similares

A.R.P.

Vídeo: Lancelot Televisión

Tanto el Ayuntamiento de Teguise como el Cabildo apuestan por el diálogo con el Ministerio de Medio Ambiente para llegar a una solución intermedia para la playa de Famara, tras conocer este miércoles que Costas había cerrado los accesos a la misma, concretamente de la zona que va desde Los Noruegos al Risco.

“Estamos intentando contactar con la Demarcación de Costas en Las Palmas para negociar, hablar, y tratar un poco el tema con más tiempo, porque hay mucha gente afectada, no sólo los usuarios de la playa, sino también las escuelas de kitesurf, etc. Abogamos por la conservación del medio ambiente del parque natural, pero también es verdad que existen diferentes empresas que desarrollan su actividad allí y que tenemos que mediar”, expone la concejal de Medio Ambiente de Teguise, Cristi Rodríguez.

“Hemos encontrado disposición por parte del Ministerio para sentarnos, hay que conservar el espacio, pero también se puede contabilizar con un uso sostenible, como puede ser este tipo de deportes, que no son deportes motorizados en el agua, sino que usan el viento, energías alternativas, máxime además cuando Lanzarote se está destacando por un destino de deporte”, apunta por su parte el consejero de Medio Ambiente del Cabildo, Paco Fabelo.

Otras islas, explica Fabelo, ya tienen sus propias soluciones. “Hay antecedentes en otros espacios con protección similar tanto en Gran Canaria como en Fuerteventura, en la zona de Cofete, donde los vehículos pueden presentar una solicitud, algo así como lo que ocurre en La Graciosa, donde informan de la actividad que van a hacer y a través del Ayuntamiento autorizar el uso”.

Por ahora, en espera de ver si se llega a alguna solución, Costas ya ha instalado un cartel en el que queda claro lo que no se puede hacer y las multas económicas que tendrían los que no cumplan la ley: desde los 40 euros por metro cuadrado y día por acamar al máximo de 150 euros por circular y estacionar.

Eso sí, aunque ni el Cabildo ni el Consistorio de La Villa se esperaban este cierre al tráfico, viene recogido en el Plan Rector de Uso y Gestión del Archipiélago Chinijo (PRUG), aprobado en el año 2006. “No teníamos constancia oficial de que se fuese a efectuar dicho cierre. Es verdad que eso está recogido en el PRUG, el cierre al tráfico rodado a motor en esa zona del parque natural, y que se podía hacer de un momento a otro”, señala la edil de Teguise, Cristi Rodríguez.

También es cierto que no todo el mundo está en contra de la medida y Rodríguez reconoce que algunos ciudadanos poco responsables habían deteriorado el espacio. “El problema que había es que ya iban súper deprisa los coches, se iban formando otras carreteras anexas a la que ya estaba prevista… Y eso hace que el paraje natural estuviera cada vez en peores condiciones. Ya no sólo eso, sino también el tema de conservación de las aves, que anidan por la zona”, afirma.