Domingo, 14 Diciembre 2025
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A pesar de las protestas de los Clubes de Buceos, los Centros Turísticos terminan su misión de quitar unas estatuas que se parecen a Ignacio Calatayud

 

 

  • Lancelot Digital

 

 

 

Las protestas generalizadas, sobre todo de los centros de buceos de Lanzarote, no han servido para paralizar el desmantelamiento parcial de unos de los pocos museos submarinos del mundo. A pesar de que los Centros Turísticos habían manifestado que se trataba de unos trabajos de mantenimiento y mejora del museo, la realidad demuestra que el objetivo del barco grúa contratado era para extraer esculturas que estaban en el fondo marino de la zona de Playa Blanca

 

A pesar de que algunas zódiacs de los clubes submarinistas intentaron dificultar las tareas de extracción, tuvieron que retirarse a instancias de la Guardia Civil que señaló que tienen órdenes de sus superiores de proteger los trabajos del barco grúa, una protección al parecer solicitada por el Cabildo.

 

 

De momento, el Ayuntamiento de Yaiza mantiene silencio. El alcalde Óscar Noda se limita a señalar a Lancelot Digital que quiere tener toda la información oficial del Cabildo antes de manifestar su opinión.  Sólo el teniente de alcalde de Yaiza, y concejal de Turismo, Ángel Domínguez,  que inicialmente no daba crédito a lo que le transmitían los clubes de submarinistas, cree que es un grave error esta iniciativa del Cabildo a través de los Centros Turísticos.  Domínguez insiste que desde los Centros Turísticos se le aseguró ayer que se trataban de labores de mantenimiento, no se les dijo nada de sacar las esculturas.

 

Como es conocido la presidenta del Cabildo, la socialista Dolores Corujo, una de las primeras medidas que adoptó cuando accedió al gobierno insular fue el cierre del museo submarino como actividad reglada, aunque no se atrevió a quitar las 300 figuras del artista británico, de fama internacional, Jason deCaires. Si cumplió su promesa, que CC calificó de obsesión, de retirar y amontonar en un almacén del Cabildo los llamados Jinetes del Apocalipsis, ubicados en la bocaina de Los Mármoles con Naos. Antes las críticas generalizadas, que algunos artistas calificaron como atentado intelectual, se excusó en que esa obra distorsionaba la visión del Museo Internacional del Castillo de San José, restaurado por el gran Manrique.

 


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