Domingo, 14 Diciembre 2025
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La empresa trabaja las variedades de blanco malvasía, seco o afrutado, rosado y moscatel, e incorpora el primer vermut artesanal fabricado en la isla

 

  • Lancelot Digital
 

 

Inquieto, imparable e innovador, el empresario Daniel Lasso, creador de Lanzarote Natural, ha puesto en marcha recientemente un nuevo proyecto: la bodega artesanal legal más pequeña de Lanzarote, Bodegas La Morra.

 

 

Once hectáreas familiares, unos diez mil kilos de uvas, una instalación de menos de cien metros cuadrados y unas doce mil botellas anuales, son las cifras que maneja Daniel. No quiere más, prefiere apostar por la calidad que por la cantidad. “Teníamos un antiguo lagar familiar de unos treinta años, y decidimos remodelarlo por completo para crear Bodegas La Morra, en Tinajo”, señala. “Ya trabajábamos con cosmética natural, con la sal, mermeladas, mojos e incluso pastelería. Ahora queríamos dar un paso más allá y empezar en el sector vitivinícola”.

 

La bodega, en efecto, es pequeña, pero muy atractiva y justo por eso es un punto obligado de visita para los turistas a los que Lanzarote Natural les ofrece un recorrido que comienza en la Iglesia de Los Dolores, pasa por el refugio de La Santa, la Iglesia de San Roque y finaliza en la bodega donde se degustan los quesos de la zona y los vinos de la bodega: Blanco Malvasía, seco o afrutado, Rosado y Moscatel. “Además este año incorporamos otra novedad, un vermut artesanal, el primero que se fabrica en Lanzarote”, explica Daniel Lasso, explicando que lo han llamado como el código postal de Tinajo, 35560, para que a nadie se le olvide. “Sacamos al mercado dos variedades: un vermut blanco seco y un rosado afrutado”.

 

 

Lanzarote Natural se encuentra ya en doce países y acaba de firmar con Canadá. “Vamos a abrir una distribuidora en Salamanca, desde dónde distribuiremos a toda Europa”, señala.

 

La apuesta por la innovación de Daniel Lasso no acaba aquí: las botellas en las que envasan sus vinos abarcan una gama de lo más variopinta. Antiguas garrafas tradicionales, botellas tipo ‘casera’ que se pueden reciclar, e incluso envases individuales que ha llamado ‘un pizco de vino’. “La iniciativa ha sido un éxito, tanto que se nos han agotado de la cantidad de botellitas que nos han solicitado por Internet”, explica. “La idea es siempre diferenciarnos de las grandes empresas industriales”.

 

Apadrina este proyecto

 

Lanzarote natural ofrece la oportunidad de apadrinar sus vinos. “Un hotel que esté interesado en envasar el vino con su propia marca puede apadrinar nuestros caldos y tener una cantidad de litros anuales que envasamos con su nombre”, señala, apuntando que ya cuentan con muchos clientes en la isla que envasan los vinos con su propia etiqueta. “Además, ese restaurante u hotel puede traer a sus clientes a la bodega para que conozcan las instalaciones”.


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