Domingo, 14 Diciembre 2025
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El presidente Clavijo visitó la isla de El Hierro para analizar la situación tras el repunte en la llegada de pateras

 

  • Lancelot Digital
 

 

Más de 6.000 personas han llegado a las costas canarias a bordo de 98 cayucos y pateras en los 29 días que han transcurrido desde que se estrenó el nuevo año. A este ritmo de desembarcos, y si nada cambia, las islas se enfrentarían al finalizar 2024 a la terrible cifra de 72.000 migrantes provenientes del continente africano (39.910 en 2023), tal y como publica Yeray G. Nuez en Tiempo de Canarias. Un récord absoluto que cada año se bate sin la más mínima reacción o sonrojo por parte del Gobierno de España, que lejos de intentar poner una solución, mira para otro lado.

 

Tan sólo el pasado fin de semana alcanzaron El Hierro 1.286 migrantes, de los que 214 eran menores y 82, mujeres. Durante el mes de enero, y repartidas en 49 embarcaciones, en algunos casos, nada precarias, este número supera los 3.000. Por ello, el presidente del Ejecutivo autonómico, Fernando Clavijo, visitó este martes la ínsula del meridiano desde donde reclamó a la Administración del Estado y a la Unión Europea “respuestas concretas” a la emergencia migratoria.

 

Y es que “estamos viviendo un mes de enero terrible y la situación no va a cambiar hasta que la Unión Europea haga los trabajos de cooperación y desarrollo con los países emisores, pero mientras tanto, ni El Hierro ni Canarias pueden seguir soportando la presión migratoria y la tensión de los servicios públicos en solitario”, por lo que “necesitamos respuestas del Gobierno de España”, recalcó el presidente de la Administración regional.

 

Mauritania, durante los últimos años ha acogido a miles de refugiados llegados desde Mali debido a la crítica situación en el Sahel, área donde prácticamente se están viendo afectados todos los países (desde Mauritania, pasando por Guinea, Senegal, el propio Mali y Burkina Faso, aunque esta franja se extiende varios miles de kilómetros más hacia el oeste de África, hasta el Mar Rojo y también la componen Níger, Nigeria, Chad y Sudán; pero eso ya queda muy lejos de Canarias) y cuya escalada bélica, con golpes de estado y la creciente presencia del extremismo islámico, no hace más que azuzar y multiplicar el éxodo de estos pueblos. Todas esas personas, sobre todo los malienses, sobreviven a duras penas en los campos de refugiados instalados en Mauritania, y para mejorar su situación no dudan en embarcarse en un largo viaje, que a veces dura una semana, en dirección a Canarias, el único destino.

 

Si en 2023 la mayoría de migrantes que alcanzaron las costas canarias fueron senegaleses, en lo que va de 2024, y nada parece que vaya a cambiar, están siendo malienses. Un flujo constante y diario de pateras y cayucos, sobre todo a las islas occidentales, y en casi su práctica totalidad a El Hierro, que amenaza con desbordar, aún más, el territorio donde durante mucho tiempo se situó el fin del mundo, y que ahora, paradójicamente se ha convertido en la tierra prometida, en la primera escala para llegar al nuevo mundo, para conseguir una nueva vida. Desde ahí, comienza un tour que lleva a los migrantes, en barcos de línea regular, hacia Tenerife y Gran Canaria, para luego perderse en el continente. Entre ellos, más de 5.000 menores, que se quedan en Canarias porque ninguna comunidad autónoma los quiere.

 

Durante su estancia en territorio herreño, Fernando Clavijo que analizó junto a los responsables institucionales de la isla la emergencia migratoria y el impacto en los servicios públicos de El Hierro, reconoció la “agilidad” del Gobierno estatal en el traslado de adultos pero recalcó que “Canarias tutela a 5.600 menores a los que hay que garantizar una atención y un proyecto de vida y en estos momentos es imposible porque no tenemos recursos y estamos en una situación límite”. En este sentido, el presidente autonómico informó del traslado, este martes, de setenta y cinco niños y niñas hacia Gran Canaria y Tenerife, a la vez que recalcó que “no es justo que Canarias afronte esta emergencia en solitario, ni es justo que lo haga El Hierro, ni que las islas y los servicios públicos soporten toda la presión migratoria”.

 

Por ello el Gobierno español ha constituido este martes la Comisión Interministerial de Inmigración en una primera sesión a la que han asistido representantes de siete ministerios (seis ministros y una secretaria de Estado) y en la que se ha analizado el incremento del número de embarcaciones arribadas a Canarias, el desbordamiento de los solicitantes de asilo en Barajas, la acogida y el posible reparto de los menores no acompañados, y la intensificación de la cooperación entre España y Mauritania, ya que el 83% de las embarcaciones salen desde este país, por lo que el titular de la cartera de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha asegurado que se ha incrementado la labor en ese país para tratar de reducir al máximo los cayucos que transitan "una ruta extremadamente peligrosa".

 

En cuanto a la situación de los menores no acompañados, sobre la que se estudia jurídicamente la propuesta del Gobierno de Canarias para que estos sean acogidos en otras comunidades, y que requeriría modificar leyes orgánicas, el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, además de máximo responsable de la comisión, Ángel Víctor Torres, ha incidido en la idea de que ésta "tiene que ser una solución compartida y de colaboración entre todas las comunidades y también se debe contar con el apoyo y el compromiso de los distintos grupos políticos en el Congreso, que son los que gobiernan también muchas comunidades autónomas".

 

Desde la Administración central, y con vistas a tratar este problema al que Canarias no puede hace frente en solitario, tomará cartas en el asunto, o al menos moverá ficha en la figura de la ministra de Infancia y Juventud, Sira Rego, que tiene previsto visitar mañana el archipiélago para analizar la marcha de los convenios bilaterales entre las distintas comunidades y el Gobierno canario, para llevar a cabo ese reparto solidario que aún parece estar lejos de concretarse.

 

“Pues empezamos bien”, apuntaba la diputada de Coalición Canaria en el Congreso, Cristina Valido, refiriéndose a esta reunión interministerial, añadiendo que “6.000 personas han llegado solo en enero a Canarias, pero la primera Comisión de Inmigración presidida por D. Ángel Víctor Torres, durará menos de media hora si restamos los saludos y nadie se retrasa. ¿Para que servirá? Para una foto”. Demostrando así la poca confianza que desde las islas se ha depositado en el Gobierno de España para solucionar esta situación.

 

Aún así, Fernando Clavijo prosigue apelando al “diálogo y a la lealtad institucional” aunque insiste en que “tienen que llegar ya soluciones”. Y esta es la demanda que trasladará a la ministra Sira Rego, con la que tratará las cuatro propuestas de reforma legislativa para la distribución de los niños y niñas no acompañados entre las distintas comunidades autónomas.

 

La jornada de este martes, que para unos prometía mucho y para otros algo menos, sólo ha arrojado una certeza, la llegada de migrantes irregulares lejos de cesar, aumenta. Y la isla de El Hierro, con una población cercana a las 11.000 personas, vuelve a ser la que concentra el mayor flujo –el 55 % del total de llegadas– con el desembarco de 3.538 migrantes en 49 cayucos durante enero. Entre ellos, 572 menores que se quedarán en Canarias, y 141 mujeres; eso sin contar los que han llegado este martes y que aún no han entrado en las estadísticas; y los que llegarán esta noche; los que en este momento están en travesía, y los que llegarán mañana para cerrar un mes en el que se vuelven a pulverizar todos los registros.


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