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¿Cómo será la Navidad de 2020 en Lanzarote?

Cenas familiares reducidas, sin cabalgatas, sin cotillones, sin cenas de empresa y con la mascarilla y el gel hidroalcohólico presidiendo cualquier reunión

 

  • Lancelot Digital
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    Y ya ha llegado diciembre a Lanzarote y, aunque nos imaginamos algunos detalles por lo que se va filtrando desde el Gobierno de Pedro Sánchez, lo cierto es que aún no sabemos cómo será la Navidad de este extraño 2020 que Canarias ha vivido de manera tan agónica.

     

    Un año marcado por la pandemia del covid-19 que se enfrenta ahora a uno de sus mayores retos: la Navidad y la necesidad de las familias de sentarse a la mesa a cenar.

     

    Ya sabemos que no habrá cabalgatas ni multitudinarias uvas en la Puerta del Sol, ni concurridas cenas familiares, besos y abrazos, no serán unas Navidades normales, pero tampoco tenemos claro cómo serán exactamente. Cuántos se podrán sentar a la mesa. ¿Seis como se lanzó como globo sonda inicial desde el Gobierno? ¿Diez? ¿Dependerá de las comunidades autónomas y en el caso de Canarias, con unos datos mucho mejores que el resto de comunidad, regirán otras normas?

     

    Responsabilidad personal

     

    El Gobierno de Canarias es partidario de esta opción. La idea del Ejecutivo regional, con una situación sanitaria más benévola que la del resto de comunidades autónomas, es mantener para las próximas fiestas el máximo de 10 personas por reunión. Sin embargo, tal y como señalaba en Lancelot Televisión el virólogo Amós García, responsable de la dirección general de Salud Pública, cree que es importante que cada familia sea responsable de la situación de pandemia en la que nos encontramos y que las reuniones no sobrepasen las diez personas y de dos núcleos familiares como mucho. Recuerda la importancia de la higiene, de la mascarilla y de la ventilación de las estancias. “Si estamos en pandemia las Navidades deben estar adaptadas a esa situación dramática de salud pública. A mí el número de personas me parece más que razonable para estar con una relativa tranquilidad”, señala. “Debemos recordar que las relaciones familiares siguen siendo el principal núcleo de contagio en todo el país, por tanto hay que extremar la seguridad en estas fiestas en las que habitualmente se convive con más de un familiar que no conviven habitualmente juntos”.

     

    Tenemos claros, eso sí, los cierres perimetrales decretados en la práctica totalidad de las comunidades pretenden en parte controlar la creciente propagación del virus y "salvar" así las Navidades. Por tanto, pocos peninsulares vendrán a las islas a pasar las fiestas con sus familias y, si lo hacen, será con el PCR obligatorio, a no ser que finalmente se permitan los test de antígenos o los serológicos. Hoy por hoy, no sería posible sin PCR.

     

    Este año no habrá cotillones, con toda seguridad se reducirán, o anularán, las cenas de empresa y las cabalgatas de los Reyes Magos penden de un hilo. En el caso de Arrecife se están barajando diversas opciones como la realización de pequeñas cabalgatas por barrios, pero aún no hay nada sobre la mesa. Como todo, en este 2020, pende de un hilo.

     

    La restauración

     

    El restaurador Cristóbal Sánchez, propietario de La Cascada, explicaba cómo están viviendo la situación. “Nuestros antepasados vivieron guerras y otras pandemias, esto es lo que nos ha tocado a nosotros”, apuntaba. “Pues este año es raro, no cabe duda. Las cenas de empresas, que siempre son importantes para nosotros, pues serán distintas. Las empresas, todas, grandes y pequeñas, están muy afectadas por la crisis, pero sí tendremos cenas porque muchos trabajadores, los que tienen la suerte de seguir trabajando, por su cuenta, quieren reunirse para despedir este 2020”, y explica. “Serán cenas pequeñas, de no más de diez personas, más económicas, y casi todo el mundo, dadas las restricciones horarias, está pidiendo el horario de mediodía para disfrutar más tiempo del encuentro”.

     

    Sánchez asegura que en esta época ha tocado reinventarse. “Nosotros hemos apostado por el concepto brunch, como opción para disfrutar de un encuentro”, señala. “En cualquier caso, y teniendo en cuenta que las grandes empresas turísticas no harán nada, así que nos quedaremos con un cincuenta por ciento de la facturación como mucho. En general, el sector lo está pasando muy mal, a muchos compañeros se les han acabado los Icos, los créditos… esperemos que esto no se alargue mucho más y podamos respirar, aunque, me temo, que aún queda lo más duro por llegar”.

     

    Incertidumbre y pesimismo en el sector

     

    Por su parte, el empresario de hostelería Ludovid Vera asegura que están viviendo toda esta situación con muchísima incertidumbre porque no tienen claras las normativas que finalmente se aplicarán. “Estamos en Lanzarote, que tenemos buenas cifras, pero dependemos del Gobierno de Canarias y éste, a su vez, del Gobierno de España, así que no sabemos bien a qué atenernos”, explica. “Yo quería abrir en octubre, en noviembre, estaba preparando el local para tratar, por fin, de abrir en diciembre, pero ves los números y con las limitaciones de aforo, de horarios y demás, es complicado. Creo que la facturación será muy mala, lamentablemente”.

     

    Vera explica, que, en su caso, tiene un local con tres licencias, de restauración, de bar musical y sala de fiestas que le permite cierto margen de maniobra, “el problema son los gastos que conlleva: preparar el local, sacar a la gente del Erte, los gastos de mercadería, publicidad… y esos gastos no estarán compensados si, en enero, tenemos que volver a cerrar. ¿Luego qué hacemos? ¿Mandar a la gente otra vez al Erte? No me cuadran los números. Tenemos más gastos que ingresos”.

     

    Para este empresario, el esfuerzo le hubiera compensado si no hubiera tenido que cerrar en octubre y en noviembre, pero tal y como están las cosas, le resulta muy difícil. “Si los números ya son malos estando cerrados, imagínate invertir y reinventarte para dos semanas. La verdad es que soy pesimista y creo que hay que aguantarse para no echar por tierra los números que hemos mantenido sanitariamente a lo largo de todo el año. Mi sector, mal, la verdad. Mal”.

     

    Denuncia además la competencia desleal de algunas empresas que están haciendo su agosto saltándose la normativa. Vera cree que la situación no es buena pero que eso no hace aceptable saltarse las normas del Gobierno y exige más control policial en la capital.

     

    Colas en centros comerciales

     

    Se habla también de la reducción de las colas en los centros comerciales para que los más pequeños entreguen sus cartas a Papá Noel y le cuenten al oído cómo se han portado este difícil año y qué juguetes esperan recibir.

     

    Lo que posiblemente podamos visitar son los Belenes que ayuntamientos e iglesias coloquen al aire libre y también podremos recorrer las calles de nuestras ciudades para ver la iluminación navideña. En el caso de la lotería, las celebraciones con cava en las administraciones de Loterías tendrán que hacerse en grupos pequeños, aunque es difícil de imaginar que no se escape algún que otro abrazo entre los agraciados.

     

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