Condenada a dos años de prisión la dueña de un prostíbulo de Costa Teguise
Se confiesa culpable de los hechos durante el juicio celebrado este miércoles y acepta la pena solicitada por Fiscalía
Yolanda Téllez
Foto: Jesús Betancort
La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas ha condenado a a la dueña de un prostíbulo de Costa Teguise a dos años de prisión por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, tras el juicio que se ha celebrado este mismo miércoles.
En sus conclusiones definitivas, el Ministerio Fiscal consideró los hechos como constitutivos de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, con la concurrencia de la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas, solicitando una pena de prisión de dos años, inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y costas.
Durante la vista oral, la procesada, Rita D.C.D.N, se confesó culpable del delito que se le imputaba, a pregunta de la presidenta de la sala, y su defensa manifestó que no consideraba necesaria la continuación del juicio oral.
Así, según recoge la ley, el tribunal ha procedido a dictar sentencia, sin más trámites según la calificación mutuamente aceptada sin que eso sí, se pueda imponer pena mayor que la solicitada.
Traía a chicas de Brasil para que se prostituyeran
La sala considera probado que Rita D.C.D.N., explotaba desde el año 2004 un negocio de prostitución y alternet, denominado Club 55, en el CC Nautical de Costa Teguise. Dicho negocio, según el fiscal, “se nutría, entre otras, de chicas extranjeras naturales de Brasil en situación económica precaria y, cuya llegada al club y estancia en España, era facilitada por la procesada, tras ponerse previamente en contacto las chicas, bien directamente, bien a través de familiares o amigas, con la procesada”.
Una vez que había acordado con alguna chica la concesión de una plaza en el Club, y para facilitar su llegada y permanencia en España, con la única finalidad de que trabajara para ella, la acusada “procedía a realizar cartas de invitación ante notario, usando en ocasiones a su marido, para evitar levantar sospechas a las autoridades españolas”.
Además, recoge la sentencia, “compraba el billete de avión desde Brasil hasta Lanzarote, puesto que las chicas, debido a su precaria situación económica, no podían hacer frente al mismo, y facilitaba un dinero en efectivo a modo de bolsa de viaje con el que las chicas podrían justificar ante los agentes de aduana del aeropuerto, ya en España, su estancia en el país”.
Asimismo, para facilitar la estancia de las chicas en España, “también les proporcionaba alojamiento en un apartamento que ella tenía alquilado en Costa Teguise, cobrándoles una cantidad de dinero a las chicas por ello”.
Con todo ello, según la Audiencia Provincial, Rita D.C.D.N., “obtenía sustanciosos beneficios del ejercicio de la prostitución de estas chicas, puesto que ingresaba el 50% de todos los servicios que realizaban”, los cuales “oscilaban entre 180 y 100 euros por servicio sexual y 20 y 200 euros por consumición y alterne”.
La sala destaca que, tras la investigación realizada, se pudo averiguar cómo la procesada “realizó al menos cuatro cartas de invitación” en la notaría “a favor de chicas brasileñas”. Concretamente, según el fiscal, una de las testigos fue incitada “en tres ocasiones entre 2005 y 2006, comprándole los billetes de avión desde Bradil a Arrecife, desde una agencia de viajes de Puerto del Carmen”.
“Asimismo, y a través de una persona interpuesta, le entregaba a la testigo 1.000 euros que servían de bolsa de viaje”. “Todas las cantidades que la testigo protegido recibió fueron devueltas por ésta a la procesada con el dinero que obtenía mediante el ejercicio de la prostitución en el Club 55”, sostiene.