CORREO DE LECTORES. José Cedrés Reyes (in memoriam)
Falleció en la noche del 29 de agosto José Cedrés Reyes a la edad de 70 años ,mas conocido en Lanzarote como Pepe Cedrés. Fue el penúltimo hijo de una familia de La Puntilla de origen marinero y que vivieron en una casa en la calle Castro que da a la iglesia de San Gines. Su padre Miguel Cedrés Suárez, su madre Dolores Reyes Hernández. Los Cedrés-Reyes eran una familia de siete hermanos, Miguel, Carmen, Antonio, Paco, Manolo y Luisa; también estaban su prima Conchita que era casi como una hermana. Y Sus tías Andrea y Carmen la majorera a la que Pepe Cedrés estuvo muy unido.
Pepe Cedrés fue un hombre muy querido y respetado en Arrecife. Desde muy jovencito empezó a trabajar con el abogado Bonifacio Villalobos y se convirtió en su hombre de confianza hasta que partió para Las Palmas a trabajar en el Banco Atlántico. Afortunadamente él no siguió la ruta casi obligada de sus hermanos mayores y de muchos jóvenes de Arrecife de trabajar en la costa en cuanto abandonabas la escuela.
Cuentan que don Bonifacio le pidió a una maestra que le eligiera a un niño que supiera escribir bien y llevar cuentas y la maestra le recomendó a un niño rubio e inteligente llamado José Cedrés Reyes.
Pepe desde pequeño era un gran aficionado al fútbol y fue un jovencísimo secretario (con 17 años, el más joven de España) del mítico club de fútbol C.D. Puntilla, donde su hermano Manolo Cedrés maravillaba a la afición lanzaroteña con sus driblings, requiebros y goles inolvidables en aquel viejo campo de la calle Triana.
De su padre heredó la afición a la música. A Pepe le gustaba sobre todo escuchar música clásica y tocó con soltura el clarinete durante varios años en la Banda Municipal de Arrecife.
Recuerdo cuando yo era un niño ver a mi tío Pepe elegantemente vestido con sus pantalones blancos de tergal, una camisa de sport su pelo rubio peinado hacia atrás, sus gafas estilo Rayban y su imprescindible mini Austin de color rojo. Pepe Cedrés era un dandy moderno en aquel Arrecife de los años 60, siempre con su cámara fotográfica al hombro para captar los momentos y celebraciones familiares.
En esa década prodigiosa mientras The Beatles componían el Sargent Peppers , Pepe Cedrés fue delegado de la Coca-Cola en Lanzarote y al mismo tiempo era presidente del mítico club de fútbol Orientación Marítima, en su época dorada a finales de los 60 gracias a aquella pléyade de jugadores inolvidables: Tony, Guelo, Canarito, Domingo Grimón, etc.
Siendo niño recuerdo ver a ese Orientación Marítima en el campo de fútbol del cementerio enfrentarse al club de mis amores: el Nuevo Club (hoy denominado club Deportivo Arrecife) fundado y presidido por mi tío materno Antonio Gutiérrez, mas conocido como Antonio el cojo. Mi tío Pepe Cedrés bromeaba de forma cariñosa cuando me veía en el campo con el botiquín del Nuevo Club: -“Miguelín, sobrino tienes que llevar el botiquín del Marítima que es un equipo ganador”.
Aún así mis tíos Pepe Cedrés y Antonio Gutiérrez siendo presidentes de clubs rivales se llevaban muy bien, y aunaron fuerzas a finales de los 60 con otros presidentes de fútbol de la isla. Pepe entonces resultó ser uno de los principales impulsores junto a don Bernardo Morales de la creación del Unión Deportiva Lanzarote, haciendo gala de una generosidad manifiesta, pues al ceder tantos jugadores importantes se desmantelaba deportivamente el Orientación Marítima.
En los años 70 estuvo unido a la directiva del Círculo Mercantil en calidad de secretario cuando en época de Franco no se podía decir Sociedad Democracia y al mismo tiempo Pepe ayudaba a los concejales de festejos de Arrecife a organizar las fiestas de San Ginés.
Pepe Cedrés amaba los colores del Orientación Marítima pero también tuvo tiempo de enamorarse de una guapa chica de Valterra: Carmen Hernández Reyes y abandonó su dorada soltería.
Al poco tiempo se trasladó con la familia a Las Palmas requerido por el Banco Atlántico y allí en Las Palmas nacieron sus queridísimos hijos: José Carlos y Fernando. Pepe se sentía muy orgulloso de los logros de sus hijos. Fernando el más joven corre maratones y ha ganado alguna que otra medalla , José Carlos heredó la afición y tradición marinera de los Cedrés y forma parte de la tripulación del bote Princesa Yaiza campeón del mundo en la clase J-80.
Pepe Cedrés Reyes fue un hombre bueno y honrado; honesto y trabajador. Un ser irrepetible : Vital y entusiasta en todas las labores en que se metía. Un hombre que trató de ayudar y aportar siempre a la comunidad donde nació y vivió. Mientras otros restan, dividen, diferencian, Pepe sumaba…Todos estos conceptos morales y vitales se los inculcó a sus queridos hijos. Y no es algo que se diga ahora porque se murió. Toda la gente que le trató guarda un gran recuerdo y cariño por él.
Recuerdo nítidamente de mi tío Pepe su sonrisa cálida, su peculiar voz, su memoria enciclopédica, su sentido familiar. Pepe sentía adoración por sus hermanos y sobrinos y se le notaba el orgullo y la nobleza de nacer en una familia de clase modesta que superó las dificultades de la guerra y posguerra sobre todo cuando hablaba de las vivencias que compartió con sus padres y hermanos mayores.
Después de su etapa vital en Las Palmas volvió con su familia ya mas crecida y estuvo vinculado a la rama de la alimentación hasta que se jubiló hace poco. En estos últimos años gracias a los éxitos y afición de su hijo José Carlos, Pepe también se vinculó al mundo de la vela, presidiendo hasta sus últimos días la Federación Canaria de Vela Latina.
Descanse en paz un gran hombre, una persona buena: un abrazo emocionado a Carmencita, José Carlos, Fernando, a si como a sus hermanos, primos, sobrinos…
Querido tío Pepe: ya te estamos echando mucho de menos todos los que te conocimos.
Miguel Cedrés Gutiérrez