Diez años de avance silencioso: cómo Lanzarote ha fortalecido su respuesta ante emergencias

Lo que antes eran esfuerzos aislados de distintos cuerpos se ha consolidado en un trabajo conjunto bajo el paraguas del Consorcio de Seguridad y Emergencias
- Lancelot Digital
Hace apenas una década, un incendio en La Graciosa significaba horas de espera. El helicóptero debía salir desde otra isla, y cada minuto pesaba. Hoy, la octava isla cuenta con su propio helipuerto en fase de adecuación. No es un detalle menor: es la señal visible de una transformación más profunda.
En diez años, Lanzarote ha pasado de un sistema de emergencias basado en la improvisación a una estructura moderna, coordinada y con visión de futuro. Lo que antes eran esfuerzos aislados de distintos cuerpos —bomberos, Protección Civil, SUC— se ha consolidado en un trabajo conjunto bajo el paraguas del Consorcio de Seguridad y Emergencias, dependiente del Cabildo insular.
De la carencia al sistema
En 2015, los recursos eran escasos: pocos vehículos, equipamiento limitado y dependencia casi total de apoyos externos. Hoy, la flota y las infraestructuras cuentan otra historia. En los últimos años, el Consorcio ha incorporado un camión autoescala, dos vehículos eléctricos, una zodiac, cuatro motos de agua, remolques, un vehículo combi, una furgoneta pick-up, un BUP y un BUL, además de dos vehículos disuasorios.
A estos medios se suman las obras en curso para el puesto conjunto de intervención de Bomberos, Protección Civil y SUC en Tías y el mencionado helipuerto de La Graciosa, proyectos que simbolizan la nueva etapa de integración.
“Hace diez años, respondíamos como podíamos. Hoy tenemos un sistema coordinado y con medios suficientes para actuar en minutos”, resume un veterano del cuerpo de bomberos.
La prevención como cultura
El cambio no se mide solo en vehículos o infraestructuras, sino en mentalidad. El Consorcio ha apostado por una estrategia de prevención que busca formar a la ciudadanía. Jornadas de autoprotección durante el Carnaval, campañas contra los ahogamientos en playas de Lanzarote y La Graciosa, ejercicios en centros escolares y simulacros abiertos al público son ya parte del calendario anual.
La Semana de la Prevención, el Día del Ictus o el Día Mundial del Paro Cardíaco se han convertido en citas fijas para acercar el conocimiento básico de primeros auxilios a la población. La colaboración con el CIFP Zonzamas para formar a jóvenes en materia de seguridad añade otra capa: la prevención como parte de la educación.
Más allá del fuego: un servicio insular con proyección
Los bomberos de Lanzarote también han mostrado su capacidad fuera del ámbito local. En los últimos años, han colaborado en la extinción de los incendios de La Palma y Tenerife, y su equipo de excarcelación se ha convertido en referente en competiciones nacionales e internacionales.
En 2024 participaron en el Encuentro Nacional de Excarcelación (EBRAT) en A Coruña y en la World Rescue Challenge celebrada en las Azores, donde compitieron junto a equipos de más de una veintena de países.
En casa, su equipo obtuvo una destacada cuarta posición general en el campeonato nacional ENRAT 2025.
Estos logros técnicos no son solo un escaparate: reflejan una mejora real en los protocolos de rescate en accidentes de tráfico, un tipo de intervención cada vez más frecuente en las carreteras insulares.
Voluntariado y comunidad: el otro pilar
Detrás de cada operación hay también una red de voluntariado y cooperación civil que ha crecido al ritmo del sistema. Cada 5 de diciembre, Día Internacional del Voluntariado, el Consorcio reconoce a quienes participan en tareas de apoyo y prevención.
Los simulacros en colegios y las visitas a la “caseta de humos” se han convertido en pequeñas lecciones de ciudadanía. Los jóvenes aprenden cómo evacuar un aula, cómo actuar ante un incendio doméstico o cómo ayudar a una persona que sufre una parada cardíaca.
Un modelo en consolidación
El refuerzo de la coordinación con el Servicio de Urgencias Canario (SUC) y con AENA —que en octubre organizó un simulacro conjunto en el aeropuerto de Lanzarote— muestra la madurez del sistema. Los servicios preventivos cubren ahora eventos deportivos y culturales de toda la isla, desde el Rally Isla de Lanzarote hasta el festival Saborea Lanzarote, pasando por travesías, ferias y competiciones como el Haría Titán.
En cada uno de ellos, los efectivos del Consorcio garantizan que la seguridad no sea una nota al pie, sino parte del éxito del evento.
Diez años después
Lanzarote no es inmune a los riesgos —ni a los incendios, ni a los fenómenos meteorológicos extremos—, pero su capacidad de respuesta ha cambiado de escala. Lo que antes se afrontaba con esfuerzo, hoy se gestiona con método.
En 2025, el Consorcio de Seguridad y Emergencias encara una nueva etapa: consolidar lo aprendido y seguir modernizando la isla sin perder su carácter humano. Porque, al final, cada sirena que suena no es solo una llamada al peligro, sino también una prueba de que el sistema funciona.
Diez años después, la emergencia en Lanzarote ya no se espera: se anticipa.