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Dura condena al "discapacitado" que agredió sexualmente a su cuidadora

La Justicia lo castiga con seis años de prisión al dar por ciertos los abusos cometidos

 

  • Lancelot Digital
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    *Vea íntegra la sentencia de la Audiencia.

     

    La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas ha condenado a J. A. H., el discapacitado acusado de agredir sexualmente a la su cuidadora cuando vivía en una vivienda de la Asociación de Personas con Discapacidad de Lanzarote (Adislan), a seis años de prisión con las accesorias de inhabilitación especial para sufragio pasivo durante el tiempo de condena y no volver al lugar donde se cometieron los hechos durante un periodo de 10 años, como autor de un delito de agresión sexual y un delito leve de lesiones.

     

    Además, se condena al acusado a indemnizar a la víctima con la cantidad de 825 euros por las lesiones y 12.757,55 euros en concepto de responsabilidad civil por las secuelas que le han dejado tras la citada agresión. Del mismo modo, se le impone la medida de libertad vigilada consistente en la obligación de participar en un programa de educación sexual, así como la prohibición de acercarse o comunicarse con la cuidadora a una distancia de 500 metros por un periodo de ocho años.

     

    En la sentencia de la Audiencia Provincial, que puede ser recurrida en apelación ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC), se indica como hechos probados que el procesado, de 26 años y en prisión provisional por esta causa, acordada por auto de fecha 2 de diciembre de 2017, usuario de una vivienda de la entidad Adislan en Arrecife, el 1 de diciembre de 2017 se encontraba viendo la televisión en compañía de la que era su cuidadora del turno de noche y que trabaja como personal de apoyo directo de Adislan.

     

    Así, sobre las 02.00 horas, le pidió que le diera "una medicación". Cuando la denunciante se dirigió al armario donde guardan la medicación, el procesado J. A. H., con "ánimo de satisfacer sus deseos sexuales" se acercó por detrás a la cuidadora, "tapándole la boca con un papel impregnado con una sustancia que desprendía un fuerte olor", tirándola al suelo y diciéndole en todo momento "¡cállate, cállate, no grites!".

     

    Posteriormente, la agarró de los brazos y la "tiró al sofá, donde intentó besarla", a la vez que "con ánimo de satisfacer sus deseos sexuales, le metía la mano por debajo del jersey y le tocaba los pechos", mientras se dirigía a ella con expresiones como «te quiero violar, te quiero follar", mientras le tapaba la boca y la nariz "con la mano".

     

    "Luego", -continúa el auto de la juez- "la llevó a la cocina donde allí el encausado cogió un cuchillo de sierra y la tiró al suelo con ánimo de «amedrentarla y vencer la resistencia que la víctima ponía". "Le acercó el cuchillo a su estómago y al cuello, haciendo presión con el mismo, a la vez que, con ánimo de satisfacer sus deseos sexuales, le bajó los pantalones y las bragas, colocándose encima de ella, bajándose su propio pantalón y restregando sus genitales contra los de ella y tocándole con la mano la vagina", sostiene.

     

    Cabe destacar que "como consecuencia del ataque, la víctima sufrió diversas lesiones debido a la brusquedad de la presunta acción, que tardaron en sanar 20 días, siendo cinco de ellos impeditivos para sus ocupaciones habituales. También sufrió secuelas trastorno neurótico del estrés postraumático leve", tal y como mantiene la sentencia judicial.

     

    El acusado reconoció los hechos y se mostró conforme con la pena que se solicitaba para él ,así como con la responsabilidad civil.

     

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