Domingo, 14 Diciembre 2025
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Enrique Pérez Parrilla, el físico y matemático que fue cuatro veces presidente del Cabildo y alcalde de Arrecife

 

  • Lancelot Digital

 

Lanzarote despedía el pasado 14 de agosto a Enrique Pérez Parrilla, cuatro veces presidente del Cabildo de Lanzarote y alcalde del Ayuntamiento de Arrecife. Enrique, licenciado en Física y Matemáticas, profesor y político de raza, deja una gestión fundamental para la isla de Lanzarote y el recuerdo y el respeto de quienes fueron sus compañeros, tanto en el gobierno como en la oposición.

 

 

Son muchos los recuerdos de Enrique Pérez Parrilla, pero si alguien los conserva nítidos fue su mano derecha en la gestión político y amigo íntimo, Segundo Rodríguez. “Enrique Pérez Parrilla fue un gestor serio. El Cabildo de esa época era serio porque a su frente había un hombre riguroso y llevó esa seriedad a toda su actuación en la corporación. Destacaría, sobre todo, su responsabilidad personal que puso al servicio de la isla. Además, fue el gran defensor de la isla, al defender el Plan Insular. Las normas subsidiarias y todo lo que se creó en defensa del medio ambiente insular se debe a Pérez Parrilla”, explica. “Nicolás de Paiz nos llamó y el Psoe le apoyó totalmente para que aprobará el Plan Insular de Lanzarote. Pérez parrilla siempre fue muy activo en medio ambiente, sin que por ello descuidara nunca ninguna otra faceta”.

 

 

Un hombre serio y responsable

 

Para Segundo Rodríguez es complicado hablar de Enrique Pérez Parrilla desde el punto de vista humano porque, tal y como señala, no puede ser objetivo. “Enrique era mi amigo, más aún, siempre lo he considerado casi como un hermano. Éramos dos en uno, muchas veces hacíamos lo que él decía y, otras, lo que yo decía lo hacía él. Destacaría su preocupación constante por la isla. Lo que ahora vemos de Lanzarote se debe, en parte, al mimo, al cuidado y al respeto con que trató siempre a la isla en que nació”, asegura.

 

Rodríguez recuerda que siempre mantuvo una relación muy cercana con César Manrique, hasta el punto de que el artista lanzaroteño podía llegar a visitar el Cabildo hasta tres veces en un mismo día. “Su amistad nació a través de Agustín Torres, que era amigo íntimo de César. Enrique, Agustín y yo íbamos siempre a las fiestas familiares de Manrique. De hecho, César con su carácter vehemente y ágil movía también a Pérez Parrilla, que fue un digno sucesor, en la defensa de la isla, de José Ramírez Cerdá”.

 

Segundo destaca también su vehemencia política. “Era un socialista convencido y firme defensor de las ideas socialistas y apegado totalmente al partido. Para Enrique el Psoe era la Ley y no admitía bromas al respecto”, señala.

 

 

"No se puede entender la política de Lanzarote sin Enrique"

 

El ex presidente del Cabildo de Lanzarote y ex consejero de Cultura del Gobierno de Canarias, Juan Carlos Becerra, asegura que “es muy difícil entender la política de Lanzarote y la propia isla sin la figura de Enrique Pérez Parilla. Los que tuvimos la suerte de compartir gestión con él, lo sabemos y lo tenemos claro. Su labor fue fundamental en el control del crecimiento del turismo en la isla, en su contención. “Pérez Parrilla fue presidente del Cabildo durante muchos años y en tanto tiempo tuvo la oportunidad de trabajar de forma importante en el desarrollo de la isla de Lanzarote. Me gustaría destacar de su gestión, su empeño en lo que se llamó la Moratoria, que a mí no me gusta llamarlo así, porque creo que de lo que se trató fue de planificar a medio y a largo plazo el crecimiento turístico de la isla y la repercusión que eso podría tener en la actividad turística. La Moratoria fue un decreto concreto que llevó a cabo el Cabildo y recuerdo, como anécdota, la llamada que me hizo Enrique estando yo en la Consejería de Turismo del Gobierno de Canarias para pedirnos nuestra colaboración, es decir, para que sacáramos un decreto paralizando la concesión de licencias turísticas en Lanzarote, en tanto en cuanto entrase en vigor la modificación puntual del Plan Insular, para evitar que entrasen licencias en los Ayuntamientos en ese tiempo. Hablé con el presidente del Gobierno de aquel momento, para plantearle la situación y pedirle que hiciese un Consejo de Gobierno Extraordinario para dar ámparo  a esa Moratoria. Hablamos del año 1998 0 1999”.

 

 

El Gobierno de Canarias tomó cartas en el asunto e “hicimos extensivo la idea inicial del Cabildo de Lanzarote a toda Canarias con la Ley de Ordenación del Territorio de Canarias y las directrices del Turismo”, señala. “Tuvimos la oportunidad de colaborar muchísimo”.

 

Becerra asegura que su trato personal era muy bueno, “a pesar de que Enrique me presentó una moción de censura junto a Dimas Martín, pero entiendo que eso entra dentro del juego político”, señala. “Pero el trato que tuvimos siempre fue excelente, siempre mantuvimos la lealtad institucional, en todo momento. Además nos conocíamos de toda la vida y hasta hace poco lo veía sentado en una cafetería leyendo el periódico y charlaba con él”.

 

Recuerda anécdotas puntuales como la muerte de la madre del Rey Juan Carlos. “En aquel momento, me llamó el entonces presidente del Gobierno de Canarias, Román Rodríguez, yo estaba en Las Palmas y me dice, Juan Carlos tenemos que irnos a Lanzarote porque a muerto la madre del Rey. Al llegar al aeropuerto, allí estaba esperándonos Enrique y nos fuimos a La Mareta, y allí estuvimos los tres, presentando nuestras condolencias en nombre de Lanzarote y de toda Canarias por el fallecimiento. Compartimos muchos momentos y muchos actos públicos”, señala. “Por ejemplo, posteriormente al nombramiento de César Manrique y Pepín Ramírez como Hijos Predilectos de Lanzarote, que fueron los dos primeros y yo tuve la suerte de proponerlos y aprobarlos, propuse a José Saramago, pero posteriormente dejé de ser presidente, había firmado el inicio del decreto y Enrique Pérez Parrilla continuó trabajando en él y lo aprobó”.

 

En lo humano destacaría “lo afable que era, era muy sencillo hablar con él, salvo cuando hablaba de política porque era enormemente apasionado. En los temas que él quería proponer o desarrollar desde el punto de vista político, y tú no lo compartías, era muy vehemente, pero luego era una persona de buen trato, de humor muy socarrón e irónico y con muchísimo estilo”, señala. “Se echa de menos ese estilo de hacer política donde podíamos ser adversarios políticos, pero nunca se perdían las formas, ni el respeto. Jamás. Ahora veo que la política está muy crispada y es muy difícil trabajar así. Me da envidia como otras islas llegan a acuerdos y avanzan y nosotros seguimos atascados en una eterna pelea”.

 

Don Enrique, el profesor

 

La nacionalista Inés Rojas tiene un primer recuerdo de Enrique Pérez Parrilla como profesor, ya que le dio clase de matemáticas en COU, y posteriormente como política. “Mi presencia en política fue posterior a su etapa como presidente del Cabildo, pero puedo destacar su gestión. Las personas en política se destacan por su manera de actuar y creo que a Enrique Pérez Parrilla se le conoce en la isla por un hecho importante: por la protección del territorio, por su coherencia personal, influenciada por la filosofía de César Manrique”, señala. “Para mi generación y las generaciones futuras, siempre será Don Enrique Pérez Parrilla. Fuera de la política, en su faceta personal, tengo un recuerdo maravilloso de él como profesor y en política era un hombre muy respetuoso, que nunca levantaba el tono, ni decía una palabra más alta que otra. Nunca perdía la educación y el saber estar en todo momento”.

 

Un caballero de la política

 

Por su parte, el ex presidente del Cabildo de Lanzarote, Pedro San Ginés, cree que la gestión de Enrique Pérez Parrilla tuvo sus luces y sus sombras. “Ciertamente creo que tuvo muy buenas intenciones en lo referente a la ordenación del territorio como eje central de su política, aunque la moratoria turística -principal hito de su gestión en esta materia- como es sabido no alcanzó los objetivos propuestos. Además, en su etapa como presidente, por error u omisión, se gestionaron realmente mal las grandes empresas públicas de esta isla INALSA y los CACT, y eso le ha pasado una cara factura a la isla”, señala.

 

 

Desde el punto de vista positivo destaca su talante. “Enrique era un caballero de la política. Un socialista que defendía sus ideas y proyecto político con elegancia y sin necesidad de que destruir a toda costa a sus adversarios políticos fuera el objetivo principal y casi único de su acción de gobierno desde el poder, como ocurre ahora”, afirma. “Honestamente creo que era una buena persona que amaba a su tierra por encima de todo, honrado en lo personal y un hombre bastante ilustrado, un intelectual de los que no abundan en la política local”.

 

 

El hombre comprometido con Lanzarote

 

 

Enrique Pérez Parrilla fue un hombre comprometido con el ideario socialdemócrata, su firme compromiso con las libertades lo condujo a integrarse en el PSOE en 1975, tras entrar en contacto con el movimiento estudiantil en la ciudad de Barcelona, donde cursó estudios universitarios.

 

 

En 1983, a la edad de 35 años, es elegido presidente del Cabildo de Lanzarote, cargo que ostentaría en tres ocasiones más (1983-87, 1994-95, 1996-99 y 1999-2003).

 

Bajo la inspiración de Pérez Parrilla, la isla se encaminó hacia senderos innovadores que se concretan en el propio PIOT de 1991, el primero de Canarias; en la Estrategia de Desarrollo Sostenible Lanzarote en la Biosfera en 1997; o en la Primera Revisión del PIOT (o "moratoria" turística insular) en 2000.

 

 

Conceptos como ordenación territorial y urbanística, la isla como un todo integrado y no como una simple adición de piezas municipales de artificiosos límites, capacidad de carga, zonificación del desarrollo turístico, introducción de ritmos y techo al crecimiento de la oferta alojativa, profundización en la sostenibilidad del desarrollo, desclasificación de suelo y de plazas turísticas o numerosas acciones materializadas en el Consejo de la Reserva de Biosfera, son algunas de las decisivas aportaciones de Enrique Pérez Parrilla a la sociedad y a la vida pública insulares.

 


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