El Ayuntamiento de Arrecife aprueba una batería de medidas para el control del gasto
El Plan de Reequilibro Económico extiende el recorte del capítulo de personal a compras, inversiones y gasto corriente
Lancelot Digital
El pleno del Ayuntamiento de Arrecife aprobó este lunes un Plan de Reequilibrio Económico calificado por el interventor de la Corporación como “pionero en la lucha contra el déficit”. La propuesta fue respaldada por todos los grupos municipales salvo Coalición Canaria, que se abstuvo.
El documento incluye entre sus medidas el cumplimiento estricto de la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) respecto a la cualificación y la retribución del personal, la congelación de la plantilla hasta el 2014 y la reducción de retribuciones extraordinarias al mínimo imprescindible.
Respecto a las compras, se centralizarán las adquisiciones de los distintos departamentos, se establecerá un control de existencias en el Almacén Municipal por medios informáticos y se chequeará la contratación de prestación de servicios a empresas, para evitar duplicidades con la Corporación.
Además, según informó el alcalde de Arrecife, Cándido Reguera, con el fin de aumentar los ingresos sin subir los impuestos municipales, está prevista la revisión y actualización de las tasas, actualmente muy desfasadas, la entrada en tributación de los bienes inmuebles que en la actualidad no lo hacen y el dotar de un nuevo impulso al servicio de recaudación.
“Hasta el momento, los recortes solo habían afectado al capítulo 1, de personal. Ahora, es necesario reducir incluso las inversiones, que se paralizarán salvo en lo tocante a redacción de proyectos y adquisición de terrenos”, explicó Reguera. Por su parte, el portavoz del PSOE, Pedro Viera, destacó que en ningún caso se verán afectados los servicios básicos de la ciudad, como las ayudas sociales, la limpieza, la seguridad o las obras de infraestructura.
Por otra parte, también se aprobó inicialmente el Reglamento de Funcionamiento del Pleno, que pasará a exposición pública durante un periodo de 30 días. El documento amplía a cuatro minutos los tiempos de intervención para todos los partidos con un mínimo de dos concejales y reduce a tres el máximo de mociones que pueden ser presentadas en cada Pleno por cada grupo.
El reglamento podrá ser modificado vía debate de las alegaciones que se presenten en el mencionado plazo. “Su objetivo es trasladar la discusión a las comisiones informativas que se realizan en los días previos y agilizar las sesiones, de forma que los plenos no se dilaten durante horas en debate estériles”, apuntó Reguera.