El Ayuntamiento se compromete a solucionar el caos en la parada cerca del Charco de San Ginés

Ampliará la parada de taxis pero perseguirá a los que se estacionen en lugares no habilitados

Lancelot Digital
Foto: Archivo

Después de las severas críticas realizadas por la empresa de guaguas que traslada a los cruceristas al centro de Arrecife, ante el caos que se produce en la parada de “Ginory”, cercana al Charco de San Ginés, cuando coinciden dichos vehículos con los taxis e incluso con el tren turístico, el Ayuntamiento capitalino se ha comprometido a tomar medidas que solucionen esas situaciones desagradables y que dejan entre los turistas una pésima imagen.

En principio, según ha adelantado a Lancelot Digital el concejal de Transportes de Arrecife, Víctor Sanginés, próximamente se modificará la parada de taxis próxima a la zona donde los cruceristas descienden de las guaguas para dotarla de mayor capacidad. “Somos conscientes de que el espacio se queda pequeño, sólo entran entre cinco y siete vehículos en batería, que es poco práctico para un trasiego tan importante de personas. Entonces vamos a hacer una parada lineal, que es más ágil, y donde entren doce o trece taxis“, explicaba el edil.

No obstante, el problema de fondo -reconoce Sanginés- es que “la situación económica hace a los taxistas salir a captar clientes y para eso dejan sus coches en el llano”, en la zona destinada a las guaguas. “Evidentemente no pueden estar ahí”, así que “vamos a sancionar a los taxistas que lo hagan”, advierte el concejal, quien asegura que ya se ha hablado de esto con la Cooperativa de Propietarios del Taxi y que las modificaciones en la parada se harán “en estas semanas”.

Una tercera medida que está en estudio es la de utilizar una parada de guaguas urbanas que está en desuso en la misma zona para llevar allí al tren turístico y descongestionar un poco la zona de conflicto, donde Sanginés admite que se produce “una situación complicada y de nervios” cuando llegan guaguas con cruceristas desde el puerto de Los Mármoles.

“Lo importante es que el turista llegue a un entorno cómodo”, coincide el edil con la empresa encargada del traslado de los cruceristas, que la semana pasada presentó una amarga queja por el “caos” que se produce en la zona e incluso amenaza con no llevar más a sus clientes a Arrecife. De hecho, estarían en marcha negociaciones con el Ayuntamiento de Teguise para que, en el caso de que no mejore la situación, el destino de los cruceristas sea la Villa y no la capital lanzaroteña.

En cualquier caso, Sanginés aclara que, después del momento crítico que se vivió el domingo 8 de abril, y que dio lugar a las quejas de los empresarios, el Consistorio tomó cartas en el asunto a través de la Policía Local y “ya no se produjo ningún conflicto” los días que llegaron cruceros a Arrecife