Domingo, 14 Diciembre 2025
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Se abrió en los años 70 y en sus inicios fue uno de los centros de reunión y debate del incipiente nacionalismo canario

 

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El ya para algunos bodegón Los Conejeros, situado en la Avenida Fred Olsen de Arrecife, frente al parque Islas Canarias, servía sus últimos platos típicos el sábado, día 29, tras más de 40 años, casi ininterrumpidos, abierto al público.

 

 

Alberto Méndez, su propietario y restaurador, se rodeó de sus clientes habituales y una veintena de amigos, la mayoría próximos al PSOE, para dar el último adiós a unas instalaciones que fue lugar de peregrinación de la generación arrecifeña que hoy tiene más de 60 años, y lugar de reunión y debate de la juventud lanzaroteña, sociedad que vivía la efervescencia política de los años 70 tras la muerte de Franco. Sobre todo era muy habitual ver a muchas personas relacionadas con el incipiente nacionalismo e independentismo canario.

 

Siempre su propietario trató de darle a su bar, ya no solo en su decoración, un toque tradicional canario, sino también a sus comidas muy apreciada entre sus comensales. A pesar de los vaivenes de la economía, Los Conejeros logró mantener las puertas abiertas y donde todavía hoy muchos incondicionales se asomaban los fines de semana a comprobar que Alberto Méndez seguía por ahí y sirviendo los platos elaborados, la mayoría, con productos canarios.

 

 

 

Los conejeros cierran sus puertas, entre otros motivos, porque los propietarios del solar van a levantar un edificio de apartamentos de lujo, que posiblemente se conviertan en un anexo del Arrecife Gran Hotel.

 

No se sabe si Alberto Méndez tiene pensado abrir Los Conejeros en otro lugar o decide tomarse un merecido descanso tras casi cincuenta años dedicado a la restauración. Desde hace unos meses su propietario ha sido nombrado asesor de la presidencia del Cabildo de Lanzarote.

 

Sin duda, para muchos con el cierre de Los Conejeros se pone en 'fechillo' a algo más que un restaurante, se cierra una etapa para muchos lanzaroteños que era parte de ese paisaje tradicional arrecifeño. Tras la desaparación de Los Conejeros, solo queda en el centro arrecifeño, La Destila, de Antonio Luna, otro restaurante que también nace en los años 70 y que todos los viernes y sábado sigue visitándolo la gente de toda la vida de la capital.

 

Cabe destacar que este bar fue creado e inaugurado por el lanzaroteño Emilio Morales en el año 1.975, quien lo regentó hasta el 78 en que fue clausurado por orden gubernativa al entenderse entonces que en él se realizaban actividades políticas ilícitas.

 

 


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