Domingo, 14 Diciembre 2025
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD

Se creará un sendero interpretativo que iría de Soo a Teguise para explicar estos restos de la evolución de un poblado de origen aborigen, morisco, portugués y castellano

 

 

Texto: Lancelot Digital
Fotos: Prensa Cabildo

 

El Cabildo de Lanzarote continúa apoyando los trabajos de investigación que se desarrollan en el que yacimiento arqueológico de Fiquinineo. Considerado uno de los yacimientos más emblemáticos de Lanzarote y representativo de la cultura lanzaroteña de El Jable, los restos del pasado de la isla encontrados en esta excavación datan desde la época aborigen de los majos, anterior al año 100 antes de la era actual, al siglo XVII.

 

El consejero de Patrimonio de la Corporación, Juan Antonio de la Hoz, explica que cada año el Cabildo de Lanzarote emplea cerca de un mes, aproximadamente, para ir consolidando este yacimiento arqueológico. Desde la Institución se pretende poner Fiquinineo en uso para que pueda ser visitado por la población residente y turista, así como investigadores, docentes, estudiantes y escolares de la isla, entre otros.

 

De la Hoz detalla también que para conseguir este fin, el Cabildo ha recibido diversas subvenciones procedentes del Ministerio de Medio Ambiente y del Gobierno de Canarias para poner en marcha un sendero que partirá del pueblo de Soo y a su paso por el yacimiento de Fiquinineo llegará al pueblo de Teguise, recuperando así este antiguo camino.

 

Este proyecto cuenta ya con una partida de fondos propios del Cabildo de unos 15.000 euros que se sumarán a los aportados por el Ministerio y el Gobierno de Canarias para habilitar este sendero interpretativo para que "a su paso por el yacimiento se pueda dar a conocer el pasado de la isla a través del poblado hallado en este importante yacimiento arqueológico en el que estuvieron viviendo desde majos, moriscos, portugueses y castellanos", explicó el consejero.

 

En pasados días, el equipo de investigadores y especialistas, dirigido por Efraim Marrero Salas e Ithaisa Abreu Hernández, iniciaron la que ya alcanza la sexta campaña arqueológica en este yacimiento enclavado en la parte central de El Jable de Arriba, en el término municipal de Teguise, zona conocida también como la Peña de las Cucharas.

 

Esta campaña es financiada con fondos propios del Cabildo de Lanzarote. La duración total de los trabajos que se están desarrollando en este yacimiento es de tres semanas. El equipo de especialistas y arqueólogos espera que las próximas campañas necesarias para proseguir con los trabajos sean financiadas con fondos europeos y del Gobierno de Canarias, para lo que ya se han tramitado diferentes solicitudes de subvenciones. El Ayuntamiento de Teguise, por su parte, también ha colaborado en las anteriores campañas ejecutadas en este yacimiento, propiedad del Cabildo.

 

                                                 EL YACIMIENTO

 

Su dilatada vigencia de uso y explotación a lo largo de al menos 17 siglos y la continuidad de los trabajos de investigación lo convierten en uno de los yacimientos de referencia de este peculiar ecosistema de Lanzarote, que además de configurarse como un suelo fértil desde el punto de vista agronómico, conserva una impronta única por el carácter de su suelo y se convierte en un eje central para entender la ocupación de la cultura morisca de Lanzarote, una vez concluida la conquista normanda de la isla y su sometimiento a la Corona de Castilla.

 

La actual campaña que se desarrolla en estos días se centra en el área norte del interior de las estructuras arquitectónicas que se localizan en la misma peña y que han sido objeto de investigación en las últimas campañas que se han llevado a cabo en este enclave del municipio de Teguise. Las estructuras murarias encontradas responden a una funcionalidad habitacional y fueron objeto de restauración extensiva en la pasada campaña desarrollada en 2012.

 

Los objetivos para este año se centran en la conservación de la citada fase norte y se ha comenzado a excavar el suelo de ocupación estrictamente perteneciente al periodo aborigen.

 

De las campañas anteriores, el Cabildo destaca la recuperación de un grano de cebada sometido a fuego que sirvió para obtener una cronología absoluta del siglo XVII, en concreto de 1650, siendo contemporáneo este nivel en el que fue recogida la semilla, con el suelo en el que se localizó una vasija de cerámica de contención e importación, fabricada a torno en los alfares sevillanos. Esta pieza posee su interior vidriado y se destinaba al almacenamiento y transporte de líquidos (aceite o vino).

 

Igualmente, se ha exhumado un conjunto de piezas, entre las que destaca una empuñadura de puñal, fabricada en hueso y provista de una decoración con motivos circulares; cuatro fragmentos de una espada metálica; un dedal, monedas portuguesas, diversos objetos decorativos y de adorno fabricados en distintos materiales, como oro, plata, azabache, coral o turquesa. Además, destaca una lucerna fechada en el siglo XVII, similar a otra pieza excavada en la Cueva Pintada, en Gáldar, Gran Canaria.

 

Con respecto al material perteneciente a la cultura aborigen, resalta la presencia de un punzón fabricado con una pieza ósea de cabra que conserva parte de su colágeno y del que se pudo obtener una cronología, arrojando la fecha de 1290. Además se han excavado diversas piezas fabricadas en piedra de calcedonia. De ellas destaca igualmente la presencia de la totalidad de la cadena operativa de fabricación, ya se han excavado piezas totalmente acabadas, otras que cuentan con una completa fase de pulido o bien se encuentra la materia prima sin someterse a manipulación alguna.

 

El equipo de trabajo dirigido por Efraim Marrero e Ithaisa Abreu lo componen varias personas especialistas. José de León Hernández se ocupa del estudio territorial del jable desde una visión de comprensión global de este ecosistema; Moisés Tejera, además de los trabajos estrictamente de investigación arqueológica, se responsabiliza de los de naturaleza etnoarqueológica; y Gabriel Monzón, especialista en restauración,n se ocupa de los trabajos encaminados al mantenimiento y conservación de las estructuras arquitectónicas de piedra y que ocupan, por ahora, la parte central de la peña y que no se han excavado en su totalidad.


PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
×