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El Cabildo se "defiende" de los instagramers

El mal uso por parte de turistas, y algunos residentes, de los espacios protegidos hace reaccionar a las autoridades para reducir el posible deterioro del patrimonio natural

 

  • Lancelot Digital
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    Cuando hace algo más de un año y medio saltaba a los medios la noticia de que algún indeseable había acabado por romper la palmera inclinada de Montaña Negra, Testeina, próxima a Masdache, muchos lanzaroteños se llevaron las manos a la cabeza por haber perdido un curioso símbolo insular. Otros señalaron que se veía venir. Recordaron entonces a la gran cantidad de turistas y locales que se fotografiaban con el emblemático árbol, posando para sus redes sociales, algunos incluso, subiéndose al mismo para "la posteridad".

     

    (Reportaje publicado en el periódico Lancelot del mes de marzo, ya en la calle. Puede descargarlo aquí)

     

     

     

    No ha sido el único comportamiento inapropiado y reiterativo que hemos visto en los últimos tiempos en que la necesidad de sobresalir en Instagram, Tic Toc o Facebook, por ejemplo, lleva a la gente a hacer cosas inauditas. Darse un baño en la piscina de Jameos del Agua, grabar sus nombres en una de las paredes de Montaña Amarilla, crear una 'obra de arte' en una casa histórica, aunque en ruinas, llevarse piedras volcánicas en la maleta como souvenir o subirse encima de una de las bombas volcánicas más grandes que se conservan.

     

     

    Fruto de estos comportamientos erráticos hay zonas de la isla, como la conocida como Las Grietas, que empieza a correr el peligro de deteriorarse y peligro por desprendimiento, así como la ya citada bomba volcánica, que ya sufre una grieta fruto de quienes se suben a horcajadas sobre ella para "la foto". Al margen de la responsabilidad particular y la educación, lo cierto es que la situación se está complicando y antes que vaya a más el Cabildo se ha visto obligado a tomar cartas en el asunto.

     

    El consejero de Medio Ambiente del Cabildo Insular, el nacionalista Samuel Martín, tiene claro que hay que controlar estos malos usos, pero recuerda que no siempre "son achacables exclusivamente a quienes nos visitan".

     

    Los turistas, en ocasiones vienen de lugares donde la sensibilidad ambiental de sus sociedades está fuertemente implantada. Otros no, claro; y para esos casos extremos, la vigilancia de los espacios más frágiles se hace necesaria. "En general, tanto para turistas como para residentes, la clave está en las campañas informativas y de concienciación, la incorporación de los conceptos de sostenibilidad en los currículos educativos y tener capacidad de control y sanción de los delitos contra el medio ambiente", señala Martín.

     

    En este sentido, explica que tanto el incremento de los controles, como las campañas de sensibilización son necesarias. "Para el corto plazo, el control es necesario, porque partimos de una realidad de desinformación o irresponsabilidad de quienes están dispuestos a incumplir las normas o a actuar de manera irresponsable a cambio de un selfie", señala. "La educación sienta las bases del convencimiento profundo de lo que está bien y lo que está mal; es una inversión de futuro. Y cuando se refiere al territorio, estrecha el vínculo al lugar que se habita o se visita, lo que genera comportamientos de respeto".

     

     

    Y añade. "Sin duda las sanciones son disuasorias del mal comportamiento. Quién nos iba a decir que en pocas semanas íbamos a mecanizar el gesto de ponernos el cinturón de seguridad, simplemente por la amenaza de quedarnos sin puntos. Pero cuando hablamos de sensibilización ambiental, abrimos el foco a actitudes de respeto que afectan a todos los ámbitos y situaciones; la multa tal vez evita que una persona tire una colilla, pero la educación lleva a esa misma persona a evitar los plásticos de un solo uso, a no salirse del sendero señalizado o a adquirir productos de kilómetro 0", asegura.

     

    Un mal hábito es también la costumbre de llevarse piedras volcánicas de recuerdo en sus viajes de vuelta a casa. "No podemos poner vigilancia a cuanta persona entra en la isla con la mala idea de llevarse un souvenir gratuito, así que la Guardia Civil en el aeropuerto vigila que en bolsas y equipajes no pasen piedras; cuando se detectan, se le retiran al viajero y se le explica que está prohibido", cuenta. "En muchos casos, el gesto es fruto del desconocimiento y de no pararse a pensar en los impactos sobre nuestros paisajes de que, cada año, tres millones de visitantes cargaran con tres millones de rocas volcánicas".

     

     

    El peligro de Instagram y otras redes, bueno y malo

     

    Y cómo ayudan las redes sociales a localizar a quienes "atentan" contra nuestro paisaje. "Trasladar campañas sobre la fragilidad de los ecosistemas o los mecanismos sancionadores puede funcionar como estrategia disuasoria; pero son las propias redes el soporte en el que se muestran al mundo acciones criminales contra el medio ambiente, que la gente luego trata de reproducir. Y el daño entonces tiene que ver con el uso masivo o la acción mil veces repetida. La localización de quien sube a Internet la comisión de un delito es sencilla".

     

    Al margen del incremento del control y las multas, todo esto apunta, a la puesta en marcha de un Plan de Senderos del Cabildo. "El territorio debe ser protegido, pero también disfrutado, pues es la única manera de crear el arraigo que conlleva respeto y responsabilidad. En este sentido, trabajamos en un proyecto para definir la totalidad de los senderos insulares autorizados para ser recorridos", explica. "Además de una señalización poco agresiva, estamos diseñando una aplicación de móvil con información completa, alertas sobre cada paisaje, con detalles de su flora, fauna, valores naturales y patrimoniales... Queremos que sea también una herramienta de seguridad para el senderista y de sensibilización, abundando de nuevo en la concienciación frente a la sanción, sobre la realidad de un territorio singular que queremos preservar para las generaciones futuras".

     

     

    Recuperación de conos volcánicos

     

    Además, el Cabildo de Lanzarote está colaborando con el Ayuntamiento de Tinajo, que ha hecho una apuesta importante por la recuperación de una zona del parque natural de Los Volcanes, con dos millones de euros de fondos europeos. Una iniciativa que busca definir las áreas que pueden ser disfrutadas por las personas, de manera controlada, y borrar la huella de muchos años de mal uso y poca responsabilidad con el territorio. El Cabildo ha realizado un informe de capacidad de carga de la zona de Caldera Blanca y el Volcán del Cuervo, para evitar que una presencia masiva de visitantes genere deterioros irreversibles.

     

    Por otra parte, y "entre las medidas que abordamos para proteger este espacio natural, planteamos un aparcamiento disuasorio en Mancha Blanca, que opere como punto de partida hacia los distintos senderos y recorridos y evite la presencia de coches estacionados de cualquier manera y en cualquier punto del parque natural.

     

     

    Urgente: planificar el territorio

     

    Samuel Martín explica que ya está sobre la mesa la aprobación definitiva del reglamento del órgano ambiental del Cabildo, una herramienta necesaria para gestionar los proyectos paralizados y que agilizará la actualización del planeamiento insular. "Ya hemos encargado la redacción del Plan rector de Uso y Gestión de Chinijo, estamos con el Plan especial de La Geria y también en Ordenación, pretendemos que esta sea la legislatura en la que se avance en el Plan General, al menos hasta su aprobación inicial, a través de un convenio con Gesplan", afirma. "Además, y es una prioridad para este Legislatura del actual grupo de Gobierno, vamos a impulsar un Pacto insular por el Paisaje, sobre el informe y las directrices del proyecto Biocrit, que está en proceso de actualización de los contenidos. Se trata de un diagnóstico del paisaje de Lanzarote, con un catálogo de daños y una lista de recomendaciones que queremos que asuman y hagan suyas los siete municipios en sus respectivas ordenanzas. Sus redactores, Flora Pescador, Vicente Mirallave y Jin Taira califican Lanzarote de isla-paisaje, y efectivamente, es nuestro primer valor territorial, natural y económico".

     

     

     ¿Qué pasa con los Quads?

     

     

    Cuestión a parte es el problema que generan el medio los siempre criticados quads. "El área de Medio Ambiente siempre ha informado desfavorablemente a la realización de actividades con quads en espacios protegidos; solo, a través de política territorial, cabría valorar el establecimiento de algún tipo de red insular de rutas para estos vehículos, o prohibir su circulación directamente", señala Martín. "El problema estriba en las ordenanzas reguladoras de los municipios, qué si permiten esta actividad.

     

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