El campo lanzaroteño sigue llorando la falta de agua
La mayor sequía desde 1991 y el intenso frío del invierno han arruinado el año agrícola
Lancelot Digital
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Ni los más viejos del lugar recuerdan un año tan seco para el año conejero. La escasa agua caída, unida al fuerte frío de los meses de invierno, han conformado un “matrimonio” devastador para los cultivos. Antonio de León, con casi 82 años, hace gala de una excelente memoria para confirmar que nunca había vivido una sequía igual: “Ha habido años malos, yo recuerdo el 1944 que también fue un año malísimo, pero a última hora llovió por una parte de la isla; pero este año es que nada. El año 1957 también fue un año ruin, pero que no lloviera nada no recuerdo ningún año, y con tanto frío y durante tanto tiempo, tampoco. Es que este año ha sido muy seco”.
Con una vitalidad que no parece corresponderse con su edad, Antonio -ya jubilado- sigue plantando con mimo y sabiduría su finca situada entre Masdache y Conil. Pero a pesar de sus ganas y su buena fe, este año se ha salvado poco: dos matas de tomates de los que desafían al tiempo desde el año pasado, unas sabrosas zanahorias y algunas cebollas que se debaten entre la vida y la muerte.
“Para los gastos de la casa sí, pero para cuestión de negocios no da” el trabajo en el campo en esta situación, explica Antonio, porque “entre el trabajo, lo que cuesta el agua para regar… ya son muchas vueltas”. Eso sí, este año “con la crisis, muchos han estado arando un cacho aunque sea para comer”.
La tierra sufre con paciencia los estragos por la falta de lluvia, mientras los agricultores se las ingenian como pueden para seguir cultivando. Sin duda, el suelo de Lanzarote es agradecido y con tan solo unas gotas de agua sus entrañas recobran vida. Pero, según los datos recogidos en la Granja Agroexperimental del Cabildo, hasta enero sólo cayeron 23,3 litros por metro cuadrado en Lanzarote, por lo que este año agrícola se ha convertido en el que menos ha llovido desde 1991.
De hecho, si ahora comenzara a caer agua, serviría ya de poca ayuda. “Muchas plantas que requieren de floración prácticamente ni florecerían”, confirma el consejero de Agricultura del Cabildo, Francisco Fabelo, que advierte que “la papa está casi ya para recogerla y lo que haría si cayese mucha agua ahora sería casi perjudicarla por exceso de humedad”.
Pero no todo son malas nuevas para el campo conejero, pues un cultivo ha logrado salvarse: la viña, aunque todavía falta por saber cómo afectará la falta de agua a la cosecha de 2013. “Todavía tiene un año por delante porque la parra todavía tiene nutrientes y agua. Si ahora no llueve, lo que va a afectar es la vendimia de 2013, no la de este año”, explica Javier Betancort, presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Vinos de Lanzarote.
Afortunadamente también, los restaurantes no se han visto desprovistos de materia prima y, aunque las cantidades han disminuido y “eso claro que nos afecta, según Pedro Santana, vicepresidente del colectivo “Lanzarote Cocina”, la calidad se mantiene.