El colectivo de minusválidos denuncia que las nuevas rampas de la playa de El Reducto no cumplen la normativa

“Tenemos que pedir ayuda para subir esas rampas tan pendientes”, asegura el presidente de Colami, Francisco García 

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Acceso fáciles y seguros. Eso pone en un cartel instalado en El Reducto, que les parece una broma de mal gusto a los miembros del colectivo lanzaroteño de minusválidos, Colami que ha denunciado que las nuevas rampas que se acaban de construir en la playa no cumplen la normativa y no puede acceder a la misma.

“Esa rampa que han hecho nueva no se acoge a la normativa europea sobre supresión de barreras arquitectónicas y las siguientes que hay, menos todavía. Debería haber una rampa a cierto nivel para que todas las personas que van en silla de ruedas puedan acceder fácilmente, no que tengan que pedir ayuda para subir esas rampas tan pendientes”, señala Francisco García, presidente de Colami.

El vicepresidente del colectivo se queja de que no se haya construido una pasarela para llegar hasta el agua. “La rampa debe tener incluso una accesibilidad hasta el agua. Eso, según la normativa europea y si quieren recuperar la bandera azul deben acogerse a esa normativa, en esa playa y en todas”, apunta García.

Además, García recuerda que las barreras arquitectónicas se tienen que eliminar de todos los edificios, tanto de los que se cren como de los que se reforman. “El el momento que se hace una modificación, una reforma, antes de abrirlo de nuevo tiene que tener rampas”, explica el presidente de Colami.

Los minusválidos tienen que sortear muchos obstáculos en su vida diaria y lo lógico sería que desde las instituciones se les tuviera más en cuenta.