Domingo, 14 Diciembre 2025
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD

Todos ya hemos podido comprobar que la Selección española no está sola en Sudáfrica. El arrope a la ‘roja’ en cada partido es una de las mejores estampas que nos deja el Mundial cada vez que juegan los hombres de Vicente del Bosque. Y entres esos más de dos mil aficionados españoles, hay tres lanzaroteños: Pico, Miki y Rafa, quienes se han sumado a esa afición a partir del último partido de la fase de grupos. Y a través de una de ellos, Rafa, que es periodista, conoceremos las andanzas, narradas en primera persona, de estos tres lanzaroteños en el extremo Sur de África, y lógicamente, su visión ‘conejera’ sobre la Selección y este apasionante Mundial.

Rafa Parrilla
Fotos: Cedidas

Jueves 24 de junio. Llegamos a Johannesburgo. Estamos a 7.500 kilómetros de Lanzarote, pero no vamos a empezar ya con nostalgias. Nos esperan varias semanas por delante en tierras sudafricanas. Por lo menos así lo tenemos en un principio planeado, y de lo que se trata ahora es de animar a España y acompañarla el mayor número de partidos posible, que a eso es en definitiva a lo que hemos venido.
Por lo tanto, lo primero que hemos hecho ha sido alquilarnos un coche y dirigirnos hacia Pretoria, a 50 kilómetros dirección norte. Distancia suficiente para darnos cuenta de lo lejos que estamos de casa. Entre que se conduce por la izquierda, que apenas hay rotondas y que todavía estamos interpretando la forma en que funcionan los semáforos, cada cruce de cuatro caminos que nos encontramos lo vivimos como si una ocasión de gol se tratara.
En carretera, enseguida empezamos a darnos cuenta de ciertas costumbres locales. A falta de autopistas, cuando un coche quiere adelantar a otro se le pega atrás como una lapa y le invita a que, cuanto antes, se eche a un lado para que le deje paso. Tras ponérsenos los pelos de punta presenciando algún adelantamiento al estilo Weber y Vettel en la Fórmula 1, decidimos rápidamente poner en práctica eso del “allá donde fueres haz lo que vieres”.

Por unos cuantos rands
El problema es la cantidad de gente que transita por los arcenes, por muy aislada que esté la carretera por donde vayas. La mayoría de ellos son vendedores ambulantes que tratan de sacarse unos cuantos rands, la moneda local, para sobrevivir. El caso es que, cuando te adelantan, tienes que estar con la vista en todos lados para evitar atropellarlos. Al menos, una vez el meteprisas te adelanta, te agradece la forzada gentileza picándote dos veces las luces de emergencia. Como ven, nos hemos puesto al día rápido.
Por fin llegamos a Pretoria. Como temíamos, y aunque vemos a aficionados españoles por las calles, nada que ver con lo que vivimos en la Eurocopa de Portugal, en la de Viena o hace cuatro años en Alemania. Aquí acaba de entrar el invierno, hace frío y, qué quieren que les diga, los Mundiales son para el verano. Poderosas razones tendría Blatter para dárselo a Sudáfrica.

 

[LEA EL REPORTAJE COMPLETO EN EL SEMANARIO LANCELOT]


PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
×