Los desahucios, la cara más dramática de la crisis económica

En Canarias, 24 familias pierden su vivienda a diario. Estremecedoras historias de los lanzaroteños que lo han sufrido
Yolanda Téllez
Foto: Kepa Herrero
La crisis económica que padece España actualmente y que viene arrastrando el país desde el año 2008 está mostrando una de sus caras más duras y dramáticas. Cada día, decenas de personas pierden su vivienda ante la imposibilidad de hacer frente al pago de sus hipotecas. Una realidad que, por supuesto, también se vive en Canarias, donde a diario 24 familias son desahuciadas y 8.000 ya han perdido su hogar en los últimos cuatro años, según datos de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). En España, el número de personas que se han quedado sin vivienda asciende a los 350.000.
De Lanzarote no se tienen datos oficiales, pero este drama también ha llegado con fuerza a la isla. Cristina Cividanes es miembro de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Lanzarote y, como tal, intenta ayudar a las personas que se encuentran en esta situación, por la que ella también está pasando.
Concretamente, Cristina solicitó en septiembre de 2011 la dación en pago ante las dificultades de hacer frente al pago de su hipoteca. Así, se inició su protesta en la calle y cada jueves por la mañana se instala frente a la Oficina de La Caixa en el Centro Comercial Deiland, donde junto a otros compañeros recoge además firmas para que se debata en el Congreso la dación en pago, con la finalidad de que esta se aplique con carácter retroactivo. “Yo no puedo afrontar el pago, con esta ausencia de recursos, y pidiendo prestado siempre. Pero no dejé de pagar, porque quería hacer las cosas bien”, asegura.
Un año después “y tras numerosos trámites burocráticos, que son un auténtico laberinto diseñado para que te pierdas”, según explica Cristina, el banco le denegó su solicitud. “Ahora, tras seguir protestando, me han dicho que sí, que me la conceden, pero todavía no está firmado, y no me fío”, afirma esta mujer, que asegura que lo único que quiere es “empezar de cero”. “Yo lo que quiero es comenzar de nuevo, una nueva oportunidad para adaptar mi vida a la nueva economía. Lo único que quiero es que cojan la casa y me dejen que baje 10, 20 ó 30 escalones, que será la vida que puedo llevar ahora, y volver a empezar, perdiendo todo ese dinero que pagué. No importa, lo pierdo, pero necesito reajustar mi vida y comenzar de nuevo”, señala.
Como el caso de Cristina hay muchos más en la isla y el suyo, apunta, “no es el más dramático”.
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