El Hospital nunca se vio comprometido por el coronavirus
El responsable de la Unidad de Medicina Intensiva del Molina Orosa, José Alberto Marcos, cree que esta experiencia servirá para que el centro esté preparado de manera más organizada para una posible próxima crisis
- Lancelot Digital
El responsable de la Unidad de Medicina Intensiva del Molina Orosa, José Alberto Marcos, reconoció que el Hospital nunca se vio realmente comprometido, ni estresadas las unidades de vigilancia intensiva, porque la pandemia llegó tarde a la isla y dio tiempo a estar preparados.
“Comprometidos no nos hemos visto nunca porque tuvimos la gran suerte de que la pandemia llegó a la isla con algo de retraso, de manera que nos permitió establecer estructuras, tanto físicas como organizativas, que nos han dado un espacio sobre el que poder trabajar y no nos ha pillado con los pantalones bajados, como ocurrió en otras partes”, señala, apuntando que aquí se han tenido preparados recursos de sobre y todos los medios para atender a cualquier urgencia que llegase.
Reconoció que ahora la situación es mucho mejor pero que se vive una relativa calma tensa. Aunque reconoció que ningún sistema sanitario público podía estar preparado para una pandemia de este tipo, sí debe servir para estar mejor dotados para un próximo susto.
“Es España estábamos acostumbrados a solucionar las situaciones con lo ya establecido y con mucho empuje de los sanitarios, arrimando todos el hombro, pero hay veces que hace falta algo más, estructura además de organización”, señala. “Esta pandemia ha demostrado que había ganas y había profesionales, y con un poco de organización, han salido bien las cosas, ahora hace falta es que, esto mismo que hemos hecho a salto de mata, se haga de manera más estructurada porque eso significará que la próxima vez lo tendremos todo más controlado”.
El jefe de la Unidad de Medicina Intensiva del Hospital de Lanzarote cree que Canarias debe pensar que sistema hay que idear para que sea atractivo para los sanitarios de fuera de las islas, el venir a trabajar a las islas menos pobladas.
“Lo hemos pasado mal, seguimos y seguiremos pasando mal, pero esto puede ser un revulsivo para que las cosas funcionen mejor. ¿Cuál es el problema que podemos tener en las islas, sobre todo las no capitalinas? Que no es fácil convencer a la gente para que se venga a trabajar aquí”, señala, apuntando que eso es lo más complicado, hoy por hoy.
Dos son las personas con coronavirus que han fallecido en Lanzarote en la Unidad de Medicina Intensiva, una cifra que se considera relativamente baja.