El Hotel Son Bou tendrá que demoler una o dos plantas por no cumplir con el nuevo Plan General de Yaiza

El Ayuntamiento ha enviado este jueves al Juzgado la resolución para que regularice su situación urbanística
Lancelot Digital
Fotos: Jesús Betancort
El Hotel Son Bou, de 55 habitaciones-suit, tendría que tirar una o dos plantas para regularizar su situación urbanística por entender el Ayuntamiento de Yaiza que no cumple con la normativa del nuevo Plan General. Este jueves salía del consistorio esta resolución dentro de los procesos de regulación judiciales en los que están inmersos una veintena de hoteles en Playa Blanca a los que se les anularon las licencias de construcción en los tribunales de Justicia, tras los famosos pleitos del Cabildo de Lanzarote, cuando se entendió que se saltaban la moratoria turística que luego también fue anulada. El Consistorio sureño ha dado un plazo de un mes a la propiedad para que redacte el proyecto de demolición y dos meses más para que proceda al derribo.
El Hotel Son Bou Family es propiedad del Hotel Princesa Yaiza y se encuentra frente a éste. Precisamente, fue la sociedad Princesa Yaiza la que compró a principios del 2000 esa parcela con una licencia de construcción de unas 120 habitaciones a los antiguos propietarios del los complejos turísticos Hotel Oásis y Lanzarote Garden. La propiedad siempre ha defendido que tenía licencia para construir lo que se ha levantado.

Junto al hotel Son Bou, propiedad de Juan Francisco Rosa, otros hoteles denunciados en su día por el Cabildo de Lanzarote tendrán que derribar parte de los construido y que el Ayuntamiento sureño entiende que no es legalizable, porque se ha excedido de lo que le permitía la licencia. Otro de los hoteles que podría tener que demoler parte de su estructura sería el Papagayo.
Gladys Acuña: “La mayoría se podrán regularizar sin tirar nada”
Según declaró este jueves en Café de Periodistas de Lancelot Televisión la alcaldesa de Yaiza, Gladys Acuña, la mayoría de los hoteles y construcciones cumplen con la nueva normativa, por lo que entienden que podrían ser regularizadas sus licencias sin problemas , iempre que los tribunales de Justicia lo entiendan así. “Hay otros que por desgracia se exceden a la normativa y a las propias licencias, por lo que tendrán que adaptarse a la normativa vigente si quieren legalizarse”, señaló Acuña.
Los famosos pleitos del Cabildo de Lanzarote están ahora de nuevo de actualidad de manera tangencial por el cobro de más de 100.000 euros que facturó el despacho de Agustín Domingo Acosta a los hermanos Domínguez por el famoso convenio de Yudaya. Fue el pleno del Cabildo, a propuesta de CC, quién pidió que se conociese cuánto se había cobrado a Yudaya por ese convenio que negoció por aquel entonces el consejero de Política Territorial del Cabildo, el socialista Carlos Espino, y que finalmente firmó la presidenta de aquel entonces, Inés Rojas. Las dudas del Cabildo estaban en si el despacho habría cobrado mucho más de los 16.000 euros que había provisionado la primera institución por ese pleito. Como saben, fue el ya famoso despacho el que se encargó de llevar todos los pleitos contra esos hoteles, por lo que facturó más de un millón de euros, según hizo público en su día el Cabildo de Lanzarote.
En los próximos días se irán conociendo nuevas propuestas de resolución del Ayuntamiento de Yaiza sobre los hoteles con licencias anuladas en el sur. Algunas de esas resoluciones como la de Son Bou señalan esas parcelas deberán volver a la realidad física que les permitía las licencias que en su día se les concedió, según señaló a Lancelot Televisión la alcaldesa de Yaiza.
Por el contrario, algunos de los promotores afectados siguen insistiendo en que las construcciones coinciden con las licencias que les otorgó Yaiza en su día. “Todo depende de cómo se hagan los cálculos y las rasantes sobre la que se mida el presunto exceso. Es decir, que no es que no cumplan, sino que se cambió el criterio de superficies edificadas computables en razón de las rasantes que se establezcan como aplicables por lo que se considera que el resultado estaba cantado y que estaba predispuesto que esos hoteles no pudieran regularizarse. En ese sentido, siempre ha existido el convencimiento de que los promotores políticos y que han utilizado esos pleitos para beneficiarse política y económicamente habían solicitado que al menos el Son Bou y el Papagayo tenían que caer. De no ser así, la “farsa” en la que se convirtió la lucha contra la legalidad urbanística hubiera sido descubierta", señalaban estas mismas fuentes.
Ahora deberán ser los tribunales de Justicia quienes acepten o no las resoluciones del Ayuntamiento de Yaiza para la regularización de las licencias que los tribunales entendieron en su día que se dieron erróneamente por el consistorio sureño por defectos de formas: no pedir el informe de compatibilidad al Cabildo de Lanzarote y no estar publicados los planes parciales en el BOC.
Tras anularse las licencias que había concedido, el Ayuntamiento de Yaiza entró en un proceso de regularización con el Juzgado encargado de ejecutar las sentencias. Ese proceso, que empezó ya hace meses, comienza con esta primera resolución, en la que se considera que el Hotel Son Bou sólo podría regularizar su situación adaptándose a la nueva normativa del Plan General de Yaiza redactado por el arquitecto Jorge Corderch, por el que según ellos tendría que demolerse gran parte de lo levantado.