El juzgado paraliza el desahucio del matrimonio de ancianos que vive en las casas que la Iglesia vendió en Argana
La Diócesis de Canarias ha presentado el acuerdo que firmó con Iveco, por el que la empresa se comprometía a realojarlos
Lancelot Digital
Foto: Jesús Betancort
El Juzgado de Primera Instancia número 4 de Arrecife ha paralizado el desahucio del matrimonio de ancianos de las casas que la Iglesia vendió en Argana y que estaba fijado para este viernes, después de que la Diócesis de Canarias haya presentado el acuerdo que firmó en su momento con Iveco, según el cual la empresa se comprometía a realojarlos. Eso sí, sigue adelante el desahucio de otro vecino, el de Luis Manuel Torres, que también se fijó para este viernes.
“Junto sí se puede y lo hemos demostrado una vez más. Gracias a la movilización de todos los ciudadanos de Lanzarote, el desahucio de Sinforoso y Pilar se paraliza”, señala la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) en un comunicado, donde explica que, por fin, después de que ellos y el ex presidente de la asociación de vecinos de Argana, Andrés Medina, hayan exigido durante meses a la Iglesia que presentara dicho acuerdo, el documento ha aparecido ahora y ha sido presentado en los juzgados por el vicario general de la Diócesis de Canarias, Hipólito Cabrera González.
“El obispado continuamente dió largas pero finalmente, y ante la presión ciudadana y el descrédito que les suponía, han aportado al juzgado el citado documento. Sí, existía, y fue firmado en 2007, pero la Iglesia se ha acordado de donde lo guardaba un día antes del desahucio y sólo cuando ha visto que un pueblo entero se estaba echando a la calle para evitar que se cometiera una injusticia y que su imagen a nivel nacional iba a quedar arruinada, han aportado el contrato”, apuntan desde la PAH.
El documento, al que ha tenido acceso Lancelot Digital, fue firmado en 2007 por el párroco de la Iglesia de San Ginés y el propietario de Iveco, y en él se recoge que los inquilinos de las viviendas número 2 y 8 de la calle Palacio Valdés podrán seguir viviendo en sus casas hasta su fallecimiento o la empresa deberá realojarles en una vivienda de similares características. “El momento para complir el acuerdo era en 2007, cuando la salud de Sinforiano y Pilar aún podrían resistir una mudanza. Ahora la única opción es quedarse en su casa hasta el final de su vida, tal como Sinforiano y Pilar desean”, señalan desde la PAH.
Respecto al resto de viviendas, según este acuerdo la empresa se comprometía a negociar con sus ocupantes el desalojo, "previo pago de indemnización que las partes acuerden, debiendo permitir además la empresa que los ocupantes sigan en sus casas “como mínimo durante un plazo de un año, tiempo éste prudencial para que puedan encontrar un nuevo alojamiento”.
Aún así, la PAH cree que “tendrán que responder y aclarar el porqué de haber hecho sufrir a estos ancianos desde que que vendió el terreno en 2006 , momento en el que la empresa IvecoLanz comenzó a instigarlos para que abandonaran la vivienda”. “¿No tenían derecho a saber que no tenían que preocuparse porque existía un acuerdo en el que Iveco se comprometió a mantenerlos en las viviendas o realojarlos en una de semejantes características de por vida? ¿Por qué Iveco, habiendo firmado este contrato, les ofrece 300 euros por dos años?”, se pregunta.
“Sinforiano y Pilar llevan sufriendo una agonía siete largos años, porque estas personas comerciaron con la buena voluntad de un vecino que cedió unos terrenos para viviendas sociales, no para que la Iglesia especulara .Qué clase de conciencia tiene alguien que puede evitar el sufrimiento de dos ancianos y lo que trata es de prolongarlo por un interés puramente económico. Nos han querido engañar a todos”, continúa la PAH.
Desde la PAH agradecen a toda la ciudadanía “la movilización y el apoyo que ha mostrado”. “Debemos de estar orgullosos de lo que entre todos se ha conseguido y esperemos que nos sirva de ejemplo de que juntos podemos, podemos acabar con cualquier injusticia”, señala.
Eso sí, no todo son buenas noticias. Y es que, aunque el juzgado ha paralizado el desahucio de Sinforiano y Pilar, sí que continúa el de otro vecino, el de Luis Manuel Torres, que ya fue pospuesto en su día y fijado de nuevo para este viernes. En este caso, se intentará frenar el desahucio alegando que, aunque la vivienda la recibieron sus padres, este hombre no recibió ninguna indemnización en su día.
“Luis, un hombre que padece del corazón va a ser mañana arrojado de su casa. Su desahucio no se para. Él no tiene derecho a una vivienda porque no ha salido en los medios de comunicación. No lo vamos a consentir. La convocatoria de mañana sigue en pie y Luis, igual que sus vecinos, mañana dormirá en su casa y no en la calle. La lucha es la misma, el derecho a la vivienda, levantar la voz y decir basta”, concluye la PAH.